Columna invitada

El Segundo Imperio [III]

Los emperadores Maximiliano y Carlota, arribaron a la Ciudad de México el 12 de junio del año antes citado, la llegada la describe Paula Kolonitz

El Segundo Imperio [III]
Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo después de aceptar la oferta del trono de México el 10 de abril de 1864; emprende su aventura a la nación mexicana junto a su esposa la archiduquesa Carlota de Habsburgo desde el puerto de Miramar a Veracruz.

Los emperadores Maximiliano y Carlota, arribaron a la Ciudad de México el 12 de junio del año antes citado, la llegada la describe Paula Kolonitz, “Nuevamente todos, a caballo en carrozas, salieron hasta las afueras de la ciudad para rendir homenaje a los augustos soberanos. La ciudad estaba magníficamente engalanada”.

Agrega Kolonitz, “Las casas aparecían llenas de guirnaldas, de banderas, de flores, de tapices y de inscripciones testimoniándoles la común alegría a Maximiliano y a Carlota”; por su parte el historiador José Fuentes Mares, agrega “Los balcones sobre las calles destinadas al paso de la comitiva llegaron a pagarse a quinientos pesos cada uno ese domingo”.

El ejército francés estaba integrado por veintiocho mil elementos; mientras tanto el presidente Benito Juárez lleva su gobierno a Monterrey, Paso del Norte, San Luis Potosí, defendiendo a la nación de la intervención francesa, apoyado por El Ejercito de Oriente, al mando de Porfirio Díaz.

En el folleto El Triunfo de la República editado por el INEHRM, se lee lo siguiente, “A lo largo de la geografía nacional, los particulares se acogieron al decreto del 12 de abril de 1862, que los autorizaba a formar partidas de guerrilleros. Conocidos con el nombre popular de chinacos, fueron la base sobre la que se sustento la supervivencia de la República en los primeros años del conflicto”.

El tiempo pasa y gobierno imperial no se consolida, no cuaja, “Convencido del fracaso de su aventura y presionado por la situación política de Europa, Napoleón III decidió en 1866 retirar las tropas que apoyaban al Imperio de Maximiliano, embarcando sus últimos elementos en marzo del año siguiente”, se lee en el texto antes citado.

El 13 de julio de 1866, la Emperatriz Carlota se embarca rumbo a Francia en busca de apoyo para el imperio, días antes le escribe a Maximiliano “Después de nuestra despedida, tan sumamente dolorosa, quedé abrumada sobre todo al ver tus conmovedoras lagrimas…”.

La historiadora y filóloga bávara Susanne Igler, en su libro Carlota de México Planeta 2002 nos remonta a ese momento, “Después de una acogida improvisada y fría en el puerto francés de Saint-Nazaire, llegó a parís el 9 de agosto, hospedándose en el Gran Hotel”.

Continúa Igler, “Para no recibirla, el emperador de los franceses pretextó estar enfermo y se escondió en Saint-Cloud, donde solía pasar los veranos, pero ella amenazó a Eugenia con irrumpir en la residencia imperial si Napoleón se negaba a recibirla. Carlota estaba nerviosísima y sumamente tensa…”.

En La Correspondencia inédita entre Maximiliano y Carlota, libro del historiador Konrad Ratz FCE 2003 agrega, “Dos días después la recibe Napoleón III. La emperatriz exige el retiro de Bazaine, un aplazamiento del regreso del cuerpo expedicionario… como también una moratoria de dos años para el pago de la deuda del imperio mexicano a Francia”.

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ

 

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