DILEMAS MILLENNIALS

¿Qué tan malo es fracasar?

En más de una ocasión me he sentido como una perdedora, que por más que me esfuerzo las cosas no salen bien o no consigo los resultados que esperaba

OPINIÓN

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Dulce Elena Galindo Villa / Dilemas Millennials / Opinión El Heraldo de México
Dulce Elena Galindo Villa / Dilemas Millennials / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En más de una ocasión me he sentido como una perdedora, que por más que me esfuerzo las cosas no salen bien o no consigo los resultados que esperaba, y es que crecí con la idea que fracasar es malo, sin embargo he descubierto que cuando hacemos algo, en especial, por primera vez, es más probable fracasar que tener éxito, entonces mi dilema es ¿Por qué evitamos el fracaso?

Desde pequeños fuimos recompensados por cada logro y castigados por los errores, por ello aprendimos que equivocarnos es malo, lo cual se reitera a menudo conforme vamos creciendo, por ejemplo es común en los trabajos que, cuando te equivocas, las burlas o comentarios negativos son más intensos que los halagos cuando algo sale bien.

El fracaso es humano, normal y parte de las experiencias de la vida, pero la sobreestimación del éxito nos lleva a perder el panorama ante una mala experiencia y tendemos a la autocrítica o buscar culpables, dudamos de nuestra capacidad, y a veces, en lugar de seguir adelante, preferimos buscar un camino menos doloroso.

En mi caso, una de las áreas en donde más me duele fracasar es en el trabajo, ya que es una actividad que ocupa una gran parte de mi tiempo, y en sociedades como la mexicana, donde se valora tanto la actividad laboral, el no cumplir con las expectativas puede hacernos sentir como personas incapaces que se están fallando a sí mismas y a quienes nos rodean.

Entonces, considero que nuestro esfuerzo no debería estar enfocado en evitar el fracaso, sino en aceptar que es algo normal, ya que entre más dispuestas estemos a ir por lo que queremos y nuestras metas sean más grandes, también lo serán los fracasos, en palabras de la exitosa Oprah Winfrey: "Piensa como una reina. Una reina no le teme al fracaso, el fracaso solo es otro paso hacia la grandeza".

Ahora superar un fracaso no es tan fácil como suena pero aquí hay algunas recomendaciones de cómo puedes salir de este bache:

Cómo superar un fracaso

1. Vive la autocrítica. Es bueno reflexionar después de un fracaso para detectar áreas que puedes mejorar y aunque la recomendación es que no seas demasiado dura contigo misma es inevitable, en mi caso, me he llegado a enfermar de colitis o migraña. Para lidiar mejor con estos momentos sin llegar a afectar mi salud, hago un ejercicio que me sugirió mi terapeuta: dibujo una tabla en una hoja de papel y, en una columna, escribo lo que siento; en la otra, anotó el pensamiento que lo detona. Esto me ha ayudado a procesar mis emociones de manera más efectiva y a salir del ciclo de autocrítica más rápido.

2. Rodéate de personas que te apoyen. el segundo consejo es contar con una red de apoyo te ayudará a darle perspectiva a tu experiencia de fracaso. Yo tiendo a exagerar las cosas, entonces las personas que me aprecian, me recuerdan mi avances, me señalan lo que debo trabajar, pero de una forma más amable, lo que ayuda a recuperar la confianza en mí misma.

3. Define tu éxito de manera personal. Cada fracaso me ha ayudado a definir lo que quiero y no quiero. Me di cuenta de que ambicionaba cosas que no iban conmigo, que solo quería cumplir socialmente, como una maestría. Poco a poco he ido creando metas que tienen que ver más con mis intereses y he ido acumulando pequeños éxitos.

4. Seguir avanzando. Lo que sí es que aunque cada fracaso me ha dolido, y me cuesta volver a confiar en mí, sigo avanzando aunque a veces no tenga mucha claridad de lo que sigue.

El fracaso es como un videojuego: conforme avanzas de nivel, la dificultad incrementa, y ¿qué hacemos cuando se nos complica pasar de nivel? Jugamos una y otra vez hasta que aprendemos a superarlo. En cambio, si nos quedamos atascadas en la autocrítica, nunca nos daremos la oportunidad de avanzar.

POR DULCE ELENA GALINDO VILLA

COLABORADORA

@DULCEGALINDOVILLA

MAAZ