APUNTES DE GUERRA

¿Fuera máscaras?

Con dos semanas en la presidencia, Donald Trump ya enseñó todas sus cartas

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Dos semanas lleva en la presidencia Donald Trump y ya enseñó todas sus cartas. El “gran negociador” se abrió de capa no solo en lo que a sus intenciones políticas o ideológicas respecta, que ya la conocíamos, sino también en cuanto a la manera en que piensa tratar con sus aliados y rivales en el escenario internacional.

Desde el desmantelamiento de políticas de diversidad e inclusión históricas, enfocadas no sólo a lo que algunos llaman la “agenda woke” sino a la participación de mujeres, personas con discapacidades o comunidades étnico-raciales tradicionalmente discriminadas hasta la andanada en contra de empleados federales “sospechosos” o la cruzada de “eficiencia gubernamental” encabezada por el magnate Elon Musk, no es secreto ni sorpresa que Trump busque llevar a EEUU de regreso a los años ‘50s del siglo pasado.

Algo similar con la política de deportaciones, que no es radicalmente diferente a la de sus antecesores demócratas Obama y Biden, salvo en las formas: aparatosas redadas, transportes militares, tratos indignos, todo dirigido a reforzar una narrativa de mano dura y de algo peor: la deshumanización de los “otros”, llámense inmigrantes, indocumentados, minorías, activistas pro-derechos: son todos ellos -desde la perspectiva trumpista- una amenaza, una escoria, enemigos del modelo americano.

En política exterior muy parecido, con los ejemplos que ya conocemos de Groenlandia y Panamá, o las amenazas de aranceles a México, Canadá, China, la Unión Europea y los que se acumulen próximamente, en que además los amagos comerciales suelen ir acompañados de expresiones poco amistosas o de plano hostiles. El caso canadiense es tal vez el más obvio y burdo, considerando no solo que ambos son socios comerciales sino también en materia de seguridad, como miembros de la OTAN.

Y pues qué decir de los subalternos de Trump: como buenos aprendices de dictadorzuelo, son con frecuencia los más ofensivos e insultantes, pero además sacan lo que llevaban guardado: las expresiones de Elon Musk son el mejor ejemplo de ello.

Nada del contenido de la nueva administración estadounidense puede ni debe sorprender, salvo la rapidez y el descaro, la desfachatez con que están actuando. Sus paleros dirán que es franqueza, valentía, que han puesto fin a la hipocresía de lo políticamente correcto, pero mienten o se equivocan quienes así defienden a Trump y los suyos.

Cuando se pierde hasta el cuidado del lenguaje y de las formas es que ya nada importa: las cortesías tradicionales de la política y la diplomacia tienen una razón de ser, la de conservar la posibilidad del diálogo, del acuerdo, de la conciliación.

Eso que unos llaman hipocresía es lo que en realidad constituye la civilización: el recurso de la palabra para evitar el de la violencia.

POR GABRIEL GUERRA CASTELLANOS 

GGUERRA@GCYA.NET   

@GABRIELGUERRAC

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