Ese parece ser el mensaje que envía la Presidencia de la República a las Fiscalías General de la República y de los estados con la iniciativa de Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, remitida al Congreso de la Unión para que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tenga atribuciones de investigación de delitos, sin embargo ello no significa que el Ministerio Público vaya a dejar de ser el único responsable del ejercicio de la acción penal y como tal seguirá teniendo el control de la Carpeta de Investigación y de la persecución del delito en el proceso penal.
Dicho de otra forma, será el MP quien al final de cuentas tendrá la última palabra en cuanto a quien se consigna y a quien no, por más que la policía con capacidades de investigación obtenga e integre datos de prueba con sus nuevas atribuciones.
No obstante, será muy arriesgado dar acceso libre a la policía (civil o militar) a información sensible incorporada a la Plataforma informática que concentrará los registros telefónicos, bancarios y demás bases de datos oficiales y privadas, ya que sin la autorización y supervisión del MP podría prestarse a un mal uso o algún tipo de filtración.
Pero suponiendo sin conceder, que los analistas e investigadores de la SSPC sean capaces de recopilar indicios y procesar información con valor probatorio en contra de un presunto responsable, con la nueva Ley el trabajo que hoy efectúan los 2 mil 409 agentes del Ministerio Público de la Federación y 3 mil 905 agentes investigadores de la Policía Federal Ministerial (existente hasta 2023 de acuerdo al Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal y Federal 2024), se vería impulsado por la labor de los casi 10 mil ex policías federales próximos a regresar y los 137 mil 300 guardias nacionales, evitando un mayor rezago. Cabe referir que hasta 2023 a cada agente del MP de la Federación le correspondían 33 Carpetas de Investigación al año, mientras que a los del fuero común 5 veces más, es decir 151 Carpetas de Investigación cada año, más de una cada dos días.
Ahora bien, la aprobación de dicha Ley pretende cambiar el paradigma en la forma de prevenir e investigar los delitos desde la perspectiva federal, sin embargo este modelo ya fue puesto en práctica en 1999 por parte de la extinta Policía Federal Preventiva (PFP) durante la administración del ex presidente Ernesto Zedillo.
El enfoque preventivo que se le dará al trabajo de la SSPC en materia de Inteligencia e Investigación lo tuvo la PFP a través de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención con resultados positivos en materia de secuestro, entre ellos la detención de Daniel Arizmendi (a) “El Mochaorejas”, Benito Vivas Ocampo (a) “La Vívora”, Modesto Vivas Urzúa (a) “El Vivorón”, Nicolás Andrés Caletre López (a) “El Caletri”, José Luis Canchola Sánchez (a) “El Canchola” y Nicanor Guzmán Becerril (a) “El Nica”.
Es preciso recordar que la PFP tuvo como origen el área de inteligencia operativa de lo que fue el CISEN, que desde 1994 ya venía realizando labores de gabinete y campo en torno a grupos de corte terrorista y delictivo, particularmente dedicados al secuestro y robo de vehículo.
En el mismo sentido, en junio de 2009 surgió la Policía Federal, con atribuciones similares a las que hoy se le pretender dar a la SSPC pero con una infraestructura y una estructura orgánica más robusta, misma que fue capitalizada por la GN y al ser transferida a la Secretaría de la Defensa Nacional se la llevó consigo, dejando a la SSPC prácticamente sin elementos con perfil de analista e investigador, porque hasta esos se llevó en calidad de comisionados.
Tan parecidas son las facultadas que tendrá de vuelta la SSPC y las que tuvo la extinta PF, que ésta última contaba con una División de Investigación combatir los delitos y apoyar al MP en el procesamiento de información sustantiva y obtención de pruebas para ser integradas a la Averiguación Previa, además disponía de una División de Inteligencia cuya esencia era el trabajo de prevención y cuando los patrones delictivos indicaban que se estaba cometiendo un delito daba vista al MP, incluso tenía la capacidad de solicitar directamente al juez la intervención de comunicaciones.
Cabe subrayar que el objetivo inicial de la PF era fusionar en una sola corporación el trabajo de prevención de la PFP y el de investigación de la Agencia Federal de Investigación de la PGR, sin embargo se atravesaron obstáculos de índole jurídico, administrativo y hasta personal que impidieron que se materializara, por lo que siguieron siendo órganos auxiliares del MP pero por separado hasta antes de su desaparición.
En conclusión, la iniciativa de Ley en materia de Investigación de Inteligencia no representa novedad alguna, en todo caso eleva las atribuciones a nivel la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pero lo hace porque al día de hoy no dispone de una policía formal o de un órgano administrativo desconcentrado con funciones similares.
Ojalá no se tarden en integrar la nueva Subsecretaría de Investigación e Inteligencia en materia de seguridad pública y en recuperar los elementos con formación de investigador que fueron reclutados y formados en su momento por la extinta PF, mismos que no pudieron ser incorporados a la GN por no tener carrera militar pero tienen mucho que aportar a la actual administración, luego de que en la anterior fueron catalogados como elementos administrativos y relegados de las labores sustantivas de la SSPC por no hacer su trabajo uniformados.
POR FACUNDO ROSAS R.
EX COMISIONADO GENERAL DE LA POLICÍA FEDERAL
@FACROSAS
MAAZ