En México faltan las medicinas. No es novedad. Lo sabe cualquiera que tenga noción de la realidad. Lo sabe la presidenta Sheinbaum y su equipo, y lo saben millones de mexicanos que no pueden tener sus medicamentos cuando los necesitan. Es parte del legado del gobierno de López Obrador que, como en otros tantos terrenos, en este mintió una y otra vez.
“Me dejo de llamar Andrés Manuel (si no se resuelve el desabasto)”, “el sistema de salud de México ya es mejor que el de Dinamarca”, “no hay desabasto de medicamentos”, fueron frases repetidas hasta la saciedad por el expresidente. Todavía al cierre de su administración insistió en todas y cada una de ellas. Ojalá con saliva se transformara la realidad, pero no.
El desastre heredado es tal, que uno de los primeros volantazos que la presidenta decidió dar, además del aquel con el que ajustó la estrategia de seguridad, fue en el esquema de compra y adquisición de medicamentos. A principios de este año, reconoció lo obvio: le dejaron un tiradero y hay desabasto de medicamentos.
Apenas en la primera quincena del año su gobierno presentó un nuevo esquema para garantizar el abasto, volver eficientes las compras, no despilfarrar recursos y acabar con la corrupción. El encargado, el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, un buen funcionario público, técnico que entiende bien de tecnología y sus beneficios si son aplicados correctamente en la administración pública.
Ayer Sheinbaum volvió al tema. También Clark. Los plazos están claros. Ellos mismos los colocaron.
“El proceso de compra no le importa a la gente, pero en marzo los proveedores tienen que entregar los medicamentos. No es un invento de nosotros, es tiempo para distribuir y cumplir en mayo", me dijo ayer el subsecretario.
Según el calendario acordado, el gran volumen de medicamentos estará listo para entregarse a partir del 15 de marzo, lo que se espera alivie la falta de insumos que ha afectado a los hospitales y centros de salud.
“El 95 por ciento de las piezas son las que hemos comprado, seguimos trabajando, pero el gran volumen ya está contemplado y listo para entregar", señaló. También resaltó que, una vez entregados los medicamentos, el gobierno espera que la gente no experimente un desabasto de medicamentos palpable en el sistema de salud.
“Tenemos que ser transparentes. No queremos decir mentiras, este es un proceso que requiere refinaciones. Creemos que todo estará mejor en marzo", comentó.
Reconoció que el proceso es complicado y que no se puede garantizar que todo esté resuelto de inmediato. Sin embargo, se comprometió a que en marzo se tendrá una mejor situación, ya que algunas piezas aún no tienen contratos, pero se abrirán a partir de ese mes.
“El compromiso del gobierno es claro: hacer frente al desabasto de medicamentos con transparencia y responsabilidad. A medida que avance el proceso de compra y distribución, se espera que la situación mejore”, apuntó. Se agradece la franqueza y el cambio de tono. Ojalá se acompañen de resultados.
Clark no es López-Gatell, ni Sheinbaum es López Obrador. Qué bueno. El reto heredado es inmenso. La salud de los mexicanos va de por medio. Por eso no hay más que desearles suerte. Ya cambiaron la ruta y modificaron el esquema de compra y adquisición de medicamentos. Que sea para bien.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
PAL