COLUMNA INVITADA

Ley del Infonavit marca diferencia entre gobiernos de antes y actuales

Esta ley muy seguramente afectará a quienes se enriquecían a costa de las cuotas de los trabajadores

OPINIÓN

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Julio César Moreno / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Julio César Moreno / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Antes en nuestro país, pensar en comprar una casa era en automático, también pensar en trámites interminables, burocracia excesiva y, por supuesto, en la falta de recursos que poco a poco hacían que este sueño fuera inalcanzable lo que hacía que la frase: “vivienda digna” se convertía en un privilegio en lugar de un derecho; por ello celebro la reforma a la Ley del Infonavit impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, pues con ella, el panorama ha cambiado en favor de los trabajadores. 

Y es que si nos remontamos al modelo neoliberal implantado en 1987 y que prevalecía hasta hace unos años, nos damos cuenta de la perversidad de ese sistema, ya que los créditos otorgados por el Infonavit parecían estar diseñados para que nunca se pudieran pagar. Incluso, cuando los trabajadores cumplían religiosamente con sus mensualidades, su deuda no disminuía, por el contrario, crecía sin control, lo que originó una cartera de 6.2 millones de créditos de los cuales, 4 millones se encuentran en condiciones impagables. Sin duda un auténtico robo a la esperanza de miles de familias en el periodo neoliberal.

De ahí, la importancia de la reforma a la Ley del Infonavit ya que marca un antes y un después en la forma en que se concibe la vivienda en México. Esta reforma emanada del gobierno federal y aprobada en la Cámara de Diputados pone fin al modelo de financiamiento abusivo y convierte al Infonavit en una verdadera institución de vivienda con sentido social.

Dicha iniciativa reconocida ya en otros lugares del mundo coloca al trabajador en el centro del juego y no como carne de cañón para bancos y desarrolladores voraces pues se le otorga un crédito barato y suficiente y éste no se convierta en una soga al cuello; además, se refuerza a un Infonavit que por fin va a construir las viviendas en lugar de ser patiño de las inmobiliarias. Lo mejor, es que las viviendas que esta institución edificará, las hará en el área en zonas urbanas y cerca de las fuentes de empleo y no como las inmobiliarias rapaces lo hacían muy lejos de la civilización alejando a los trabajadores de sus lugares laborales. De igual manera, esta reforma le otorga a quien paga un arrendamiento social la opción de comprar esa vivienda con todas las de la ley y pone fin a la trampa disfrazada de oportunidad.

Esta ley muy seguramente afectará a quienes se enriquecían a costa de las cuotas de los trabajadores por lo que no es de extrañarse que, sin fundamentos se intente desprestigiar uno de los compromisos que Claudia Sheinbaum adquirió con la clase trabajadora de transformar al Infonavit pues ahora la institución dejará de ser un simple fondo de ahorro que durante años sirvió sólo a un pequeño grupo político y empresarial.

Por donde se le vea, y pese a la mezquindad de la hoy oposición que en su momento, creó una institución abusiva, caduca y tramposa, hoy esta reforma marca la diferencia entre los gobiernos del pasado y la transformación que encabeza Claudia Sheinbaum. Con esta nueva ley, se acabaron los abusos disfrazados de créditos. Ahora, con un Infonavit renovado, la vivienda deja de ser un sueño imposible para convertirse en una realidad tangible porque un país que garantiza un hogar digno a su gente, es un país más justo, más social y sobre todo mucho más humanitario.

POR JULIO CÉSAR MORENO

DIPUTADO DE MORENA

@JCMORENO

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