COLUMNA INVITADA

Transformando al ISSSTE: ¿crítica necesaria o resistencia al cambio?

En sólo 4 meses y entre muchas otras cosas hemos visitado más de 300 unidades médicas en todo el país y atendido 16,359 solicitudes de derechohabientes

OPINIÓN

·
Juana E. Suárez Conejero / Columna invitada / El Heraldo de México
Juana E. Suárez Conejero / Columna invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Transformar una institución como el ISSSTE, golpeada durante décadas por el abandono y la corrupción, es un reto monumental. Por ello no es sorprendente que surjan críticas estridentes. Hay quienes prefieren ignorar los avances porque su narrativa se construye sobre la idea de que el ISSSTE es irreparable. Otros ven amenazados sus intereses, que se beneficiaban de la opacidad y del desmantelamiento del instituto.

Los problemas que enfrentamos y que tanto se critican no surgieron hoy. Durante décadas, las políticas neoliberales debilitaron al ISSSTE: mercantilización de la salud, venta de la institución a los privados, préstamos a las y los trabajadores como negocio bancario, precarización laboral, desmantelamiento de su infraestructura, corrupción en compras y contratos, colapso intencional del SUPERISSSTE, conversión del FOVISSSTE en una agencia de tramitación de créditos a altos intereses, con el consecuente olvido de su propósito social, entre otros.

A diferencia del pasado, donde la corrupción y el abandono eran la norma, hoy estamos rescatando al ISSSTE con acciones concretas. Los 25 puntos presentados por nuestro Director General, las 100 acciones realizadas en los primeros 100 días, los principios de centralidad en la derechohabiencia y de “más territorio y menos escritorio”, las reformas constitucionales, las acciones emprendidas contra las pensiones que exceden el máximo legal y contra la apropiación del nombre del ISSSTE por parte de privados que lucran con los derechos de las y los trabajadores, entre otras, hablan de los esfuerzos actuales para recuperar el carácter social del instituto, desmercantilizarlo y devolverlo a su derechohabiencia.

En solo 4 meses y entre muchas otras cosas hemos visitado más de 300 unidades médicas en todo el país, atendido 16,359 solicitudes de derechohabientes y resuelto 694 peticiones enviadas por redes y correo. Finalizamos la construcción de 2 nuevas unidades médicas, nacionalizamos servicios subrogados, instalamos 115 máquinas de anestesia y 35 salas de hemodinamia. Realizamos obras en 26 unidades y nos sumamos al programa “La Clínica es nuestra”. Recuperamos 230.5 millones de pesos de cartera vencida, reducimos la presión de gasto, ahorramos más de 130 millones en arrendamiento de vehículos, e identificamos y suspendimos el pago a 8,354 pensionados fallecidos, evitando un desfalco de 133 millones. Otorgamos 9,600 créditos de vivienda, fortalecimos al SUPERISSSTE con un aumento de sus ventas en un 33.63% a nivel nacional, estamos condonando más de 400,000 créditos de derechohabientes que han pagado más de dos veces su vivienda, beneficiamos a 123,939 con préstamos personales, lanzamos un paquete de turismo social 4T, y hemos brindado alrededor de 30,000 servicios culturales, deportivos y sociales.

Toda transformación genera resistencias y críticas, sobre todo cuando afecta intereses. Sabemos que la crítica es esencial para la democracia, pero hay que preguntarse desde qué lugar se ejerce y con qué propósito. ¿Se hace para fortalecer al ISSSTE y aportar soluciones, o para alimentar el desencanto y la parálisis? ¿Se hace para defender a sus derechohabientes, o para defender los intereses de los que más tienen? Necesitamos una crítica rigurosa, pero también necesitamos una crítica comprometida con el interés público. No se trata de cerrar debates, sino de elevarlos. Y mientras tanto, cada crítica infundada y malintencionada nos confirma que vamos en la dirección correcta junto a nuestro Director General. Como bien subraya la mal atribuida frase del Quijote: “los perros ladran, Sancho, señal que cabalgamos”.

Postdata. Llevar a las y los niños a nuestras giras de trabajo demuestra que, además de ser madres y padres siempre presentes, le apostamos a la educación y a su articulación con la práctica social como el mejor de los medios para formar a las y los ciudadanos que nuestro país necesita.

Por Dra. Juana E. Suárez Conejero

EEZ