COLUMNA INVITADA

¡Se acabó la dinastía de los Jefes de Kansas City!

Este equipo ha vuelto a darle a su gente un motivo para soñar, y con un plantel joven, no sería raro verlos en la pelea por más títulos en los próximos años

OPINIÓN

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Antonio de Valdés / Columna invitada / El Heraldo de México
Antonio de Valdés / Columna invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Super Bowl LIX nos dejó una noche histórica, llena de emociones y con las Águilas de Filadelfia alzando el trofeo Vince Lombardi por segunda vez en su historia.

En un partido dominado por su intensidad física y una ofensiva imparable, los dirigidos por Nick Sirianni vencieron 40-22 a los Jefes de Kansas City, cobrando revancha de lo sucedido hace apenas dos años, y consolidándose como una de las franquicias más sólidas de la NFL.

Desde el primer cuarto, Jalen Hurts dejó claro que estaba listo para brillar en el escenario más grande del futbol americano. 

El mariscal de campo de las Águilas demostró por qué es uno de los jugadores más completos de la liga, combinando su precisión aérea con su explosividad terrestre. 

No sólo lanzó para más de 300 yardas, sino que además corrió para una anotación, llevándose merecidamente el premio al Jugador Más Valioso del partido.

Pero no todo fue ofensiva, ya que la defensa de Filadelfia también tuvo un papel estelar. 

La presión constante sobre Patrick Mahomes hizo que los Jefes nunca encontraran su ritmo, forzando errores clave y limitando la explosividad de Travis Kelce y compañía. 

La línea defensiva, comandada por Haason Reddick y Jordan Davis, impuso condiciones desde el inicio, asegurando que Mahomes no tuviera la comodidad habitual para operar.

Kansas City tuvo una noche para el olvido. Mahomes, acostumbrado a brillar en estos escenarios, estuvo errático y bajo presión en todo momento. 

Fue capturado en múltiples ocasiones, sus receptores dejaron caer pases clave, y la ofensiva nunca encontró un plan efectivo para contrarrestar la agresividad de Filadelfia. 

Travis Kelce, el arma principal de Mahomes, fue neutralizado casi por completo, dejando a los Jefes sin opciones claras de ataque. La frustración se hizo evidente en la banca y en el campo, con un equipo que simplemente no pudo reaccionar ante el vendaval de las Águilas.

Este triunfo no sólo significa otro campeonato para la ciudad del amor fraternal, sino también la confirmación de un equipo que ha sabido mantenerse en la élite de la NFL. 

Tras aquel inolvidable Super Bowl LII en el que Nick Foles y su famoso Philly Special sorprendieron a los Patriotas de Tom Brady, ahora es el turno de Jalen Hurts y una nueva generación de Águilas que han demostrado estar hechas para la grandeza.

La afición de Filadelfia celebró como sólo ellos saben hacerlo: con pasión, intensidad y, claro, con algunas escaladas de postes en las calles de la ciudad. 

Este equipo ha vuelto a darle a su gente un motivo para soñar, y con un plantel joven y talentoso, no sería raro verlos en la pelea por más títulos en los próximos años.

El Super Bowl LIX ya es historia, pero lo que nos queda claro es que las Águilas han vuelto a volar alto. 

¡Felicidades, Filadelfia!

POR ANTONIO DE VALDÉS

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