El ajedrez político dentro de Morena está en plena reconfiguración, y el operador clave en este proceso no es otro que Andrés López Beltrán, el secretario de Organización del partido. Su misión es afiliar a 10 millones de simpatizantes y, en el camino, consolidar la disciplina interna en los estados.
Lejos de la discreción que lo caracterizaba en el sexenio pasado, Andy ahora recorre el país con la libreta en mano, buscando no sólo sumar números en el padrón, sino reafirmar el control del movimiento en territorios estratégicos. Gobernadores morenistas, alcaldes y estructuras locales han tenido que abrirle la puerta, y él, con la paciencia que se le conoce, toma nota de quién está alineado y quién no.
El caso de Durango es especialmente relevante. No es un estado gobernado por Morena, sino por el PRI, con Esteban Villegas al frente. Y precisamente por eso, López Beltrán ha pasado más días ahí, reforzando la estructura partidista y preparando el terreno para las elecciones de 2025. Morena busca consolidar su base, evitar desbandadas como ha ocurrido en otros estados y asegurar que la operación electoral sea impecable. Para ello, la movilización territorial es clave.
Pero el panorama no es el mismo en todos lados. En Veracruz, por ejemplo, las fracturas internas han sido evidentes. El Partido del Trabajo (PT) rompió con Morena y el Partido Verde luego de no estar de acuerdo con la repartición de municipios para la elección local de este año. Esto podría tener consecuencias graves.
En Coahuila, cuando Morena y el PT se separaron en la elección de 2023, terminaron perdiendo ante el PRI y el PAN, dejando en evidencia que la división interna les puede costar caro. Ese mismo riesgo existe ahora en Veracruz: con el PT fuera de la ecuación, Morena podría perder varias alcaldías y darle oxígeno a la oposición en un estado clave para la 4T.
Mientras en Durango la labor de Andy es fortalecer la estructura frente a un gobierno priista, en Veracruz el reto ha sido contener las fracturas internas antes de que el daño sea irreversible.
El trabajo de López Beltrán no sólo busca consolidar a Morena como una maquinaria electoral, sino también blindar el proyecto de la 4T ante cualquier intento de fractura. Morena sabe que el enemigo está en casa, no afuera.
En medio de todo esto, no es casualidad que los gobernadores estén desfilando para afiliarse públicamente al partido, con fotografía en redes sociales y Andy a su lado.
El mensaje que se les dio personalmente es claro: quien quiera seguir en la jugada deberá hacerlo bajo las reglas que dicta el centro de mando de Morena. Con esto, buscan asegurar que nadie se salga del guión.
*
En corto.- En el Estado de México, la Fiscalía de Justicia revisa con lupa las quejas por presuntos abusos de elementos de esa corporación durante la continuación del Operativo Atarraya el fin de semana. No se van a quedar con los brazos cruzados y ya toman cartas en el asunto.
Eso sí, a las autoridades mexiquenses les sorprende que dueños de peluquerías, que aún no han sido supervisadas, protesten contra los operativos. Tan solo ayer, en varios puntos de la CDMX, tomaron las calles.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
PAL