Hace unos días fue electo Juan José Sierra Álvarez como nuevo presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Sierra, originario de Veracruz, tiene una larga trayectoria en el mundo empresarial y también en organizaciones de la sociedad civil, como la Unión Social de Empresarios Mexicanos, el Centro de Estudios Políticos y Sociales, y A Favor de lo Mejor. Sucede en el cargo a José Medina Mora.
La elección del nuevo presidente de Coparmex trasciende el mero ámbito empresarial y se convierte en un asunto de relevancia nacional.
La Coparmex es una de las organizaciones intermedias más influyentes de México. Fundada en 1929, esta institución agrupa a decenas de miles de empresas, de diversos sectores y tamaños, que generan millones de empleos. Está inspirada en los valores del humanismo trascendente, la doctrina socialcristiana y el desarrollo inclusivo.
Durante cerca de cien años, la Coparmex ha sido fundamental en la difusión de los valores democráticos y el fortalecimiento del tejido social. Su labor no solamente se ha enfocado en defender los intereses de los empresarios, sino también en promover iniciativas que favorezcan el bien común.
Las organizaciones intermedias como la Coparmex son esenciales en cualquier nación. Estas organizaciones, que se sitúan entre los ciudadanos y el Estado, aseguran la defensa de las personas y sus legítimos intereses, permiten canalizar demandas colectivas, forman líderes y vertebran a la sociedad. Además, funcionan como contrapesos al poder estatal y promueven la responsabilidad y la transparencia. Por eso es que una sociedad es tanto más civilizada cuanto más rica sea de comunidades intermedias, y no es casualidad que los totalitarismos siempre hayan buscado terminar con las organizaciones intermedias a través de un Estado omnipresente.
Por las filas de Coparmex han pasado líderes sociales que después dieron el salto a la política del bien común, como Manuel J. Clouthier, Francisco Barrio, Ernesto Ruffo, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, Carlos Abascal o Gerardo Aranda, por mencionar solo a unos cuantos.
La situación actual de México exige la participación cívica de los empresarios, es decir, de aquellos que arriesgan su patrimonio para crear empleos y nueva riqueza. Se necesitan empresarios que vean más allá de sus intereses económicos y tengan un verdadero compromiso con el bien común.
Por eso es una buena noticia la llegada de Juan José Sierra al liderazgo nacional de Coparmex. Su amplia experiencia empresarial y social lo certifican como la persona indicada para continuar con el magnífico legado de sus antecesores y trabajar para que la Coparmex siga siendo una voz potente en defensa de la libertad.
POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL
POLITÓLOGO
@FERDOVAL
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