MALOS MODOS

Una televisión para los diputados

A ver quién le quita los ojos de encima a esa pantalla, y eso sin especular con la idea de que el estudio de grabación se abra a los compañeros del Senado, con los performances boxísticos Adán Augusto “Kid” López, la exuberancia verbal del presidente Noroña

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Doctor Patán lee con alegría que los diputados del movimiento, que de por sí se distinguen por su magnetismo en redes y su elocuencia en las ruedas de prensa y las entrevistas de banqueta, han decidido montar un estudio de grabación para difundir sus logros, que, sabemos, son los logros de todos. De los desheredados de la tierra mexicana.

Ojalá, lo digo con el corazón en la mano, que se apuren a entregarnos los primeros resultados de ese neorrealismo del bienestar; ese cinéma verité del pueblo bueno; ese free cinema del post obradorismo. ¿Qué prodigios fílmicos veremos? ¿Quiénes, al margen de la rendición de cuentas y la función esencialísima de comunicación social que da sustancia al proyecto, se convertirán en las grandes figuras de la nueva ola cuatrotransformacionista? Difícil pronosticarlo. Hay mucha materia prima. Para mí, el candidato al salón de la fama, al paseo de las estrellas del México bolivariano, es el doctor Monreal. Por todas las razones: su versatilidad, su profundidad intelectual, su envidiable naturalidad, su calidez, su simpatía. Esas cosas no se compran, lectoras, lectores. Don Ricardo lo mismo aparece, casual, echándose una fritanga a dentelladas gozosas, que responde a botepronto a un reportero sin perder la presencia escénica, que conduce un taller de lectura con obras de su autoría y de Maquiavelo, que aparece en la foto, igual de casual, leyendo un libro de economía en sus ratos libres, irradiando ese je ne sais quoi de los verdaderos monstruos escénicos (de –diría Truffaut sobre Orson Welles– un animal hecho para la pantalla).

Pero hay competencia. ¿Han notado que don Ricardo, de vez en cuando, se limita a acompañar, silencioso, pleno de respeto, al ufólogo Sergio Gutiérrez Luna, ese Fox Mulder de la 4T y otro prodigio de elocuencia? ¿Y qué me dicen de Cuau Blanco, capaz de poner en escena un destilado del cine popular mexicano, ese del tipo “La pulquería” o “Mi pistola y tus esposas”, con el solo acto de aplicarle un beso pipo a sus compañeros de conducción en un partido, toda una reivindicación del México profundo? ¿Y Nachito Mier? Nombre. A ver quién le quita los ojos de encima a esa pantalla, y eso sin especular con la idea de que el estudio de grabación se abra a los compañeros del Senado, con los performances boxísticos Adán Augusto “Kid” López, la exuberancia verbal del presidente Noroña o la furia de proletariado en armas de Lucía Trasviña.

Ah, prodigios veremos. El vacío performativo que dejó el Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo, ese silencio que hiere como una daga, no diré que se habrá llenado, pero así, con una perdigonada de legisladores, compensaremos la pérdida de esa bomba atómica de la cámara y el micrófono. Vienen tiempos incluso mejores, compañeras y compañeros. Preparen las palomitas.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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