COLUMNA INVITADA

Los efectos de la relación bilateral con Estados Unidos: ¿El nearshoring en México es una ilusión o una realidad?

En la ciencia, al igual que en la sociedad, la observación es fundamental, no solamente como una herramienta descriptiva del entorno sino como un vórtice sustancial

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En la ciencia, al igual que en la sociedad, la observación es fundamental, no solamente como una herramienta descriptiva del entorno sino como un vórtice sustancial para comprenderlo y, posteriormente, transformarlo. Es complicado referirlo, pero un principio básico de la lógica y el sentido común refiere que es imposible transitar (de manera progresiva y prospectiva), si no se entiende con la suficiente precisión la verdadera situación en la que se encuentra una persona, o un conjunto de personas en aras de que puedan aproximarse hacia la consecución de objetivos.    

Ésta sería la perfecta descripción científica del conjunto de elementos que se requerirán entender de mejor manera, en el contexto de la situación bilateral con los Estados Unidos y su nuevo gobierno. Y aunque mucho es lo que se dice y todavía mayor la serie de componentes que acrecientan las especulaciones, poca es, en realidad, la información confiable que abone a una serie de análisis profundos, serios y objetivos.

Por lo tanto, conviene en ese mismo orden de ideas, reflexionar sobre información específica y disponible que aporte indicadores cuantificables y rastreables sobre la discusión de cuáles podrían ser los escenarios que se avecinan en materia comercial entre ambas naciones.

Un dato relevante en este aspecto es que, de acuerdo con empresas especializadas en el ramo del arrendamiento y la venta de bienes inmuebles en México, solo entre octubre y noviembre del año pasado, más de 70 nuevas inversiones impulsaron la actividad de alquiler de naves industriales a nivel nacional, las cuáles ocuparon 860,000 m2 de espacio.

De acuerdo con la firma de consultoría mexicana Solili, la demanda acumulada (o la ocupación) al cierre de noviembre del 2024, alcanzó los 5.9 millones de metros cuadrados (m2), cifra que se encontraba 15% por encima a la registrada durante el mismo periodo del año 2023.

A su vez, los altos niveles de demanda de inmuebles para manufactura y logística han mantenido la construcción de nuevos proyectos en ascenso, con 5.8 millones de m2 en obra a lo largo del 2024.

Al cierre del onceavo mes del año pasado, el inventario industrial nacional fue de 103.5 millones de metros cuadrados, con un incremento anual del 11%, según Solili; sin embargo, el efecto nearshoring, no ha sido homogéneo en todo el país.

Los ocho mercados industriales que componen la región norte del territorio nacional concentran el 50% de la demanda de naves industriales. A su vez, los hubs industriales del Bajío aportaron 22% de la ocupación nacional.

Y es este mismo aspecto, el que es prudente destacarlo, ya que, hasta ahora, es Estados Unidos precisamente, a partir de la previsión en el reacomodo de las cadenas productivas en el mercado internacional, quien ha decidido apostar por relocalizar muchas de sus empresas en México, un efecto contrario a lo que Donald Trump, desearía sucediera en su país.

Al cierre del 2024, Estados Unidos se posicionó como el principal país de origen de las inversiones para ocupar naves industriales en Monterrey, con más de 645,000 metros cuadrados, es decir 44% del total de la ocupación en el año, según datos de la firma de servicios inmobiliarios CBRE.  

Desde el 2020, con la acelerada reconfiguración de las cadenas de suministro a nivel global (nearshoring), Nuevo León se volvió uno de los destinos más atractivos para la llegada de empresas que buscaban acercar sus procesos de producción al país vecino del norte.

Así, el estado ha demostrado ser pieza clave en México para el comercio internacional. En el primer semestre del 2024, el estado registró el mayor volumen de exportaciones al extranjero, con una cifra anual de 26,000 millones de dólares.

A Estados Unidos “le siguen en segundo lugar México (16%) y en tercer sitio Alemania, con 9%”, explicó Ramón Flores, vicepresidente ejecutivo de la Región Noreste de CBRE México.

Dada la alta demanda de naves industriales por la inercia del nearshoring, Monterrey cerró el 2024 con un total de 1.5 millones de metros cuadrados de estos espacios ocupados, de los cuales 50% fueron construidos a la medida para las empresas que se iban a instalar.

Otro aspecto interesante es que la actividad de construcción de nuevas naves industriales se concentra principalmente en los submercados de: Apodaca: 386,000 m2; Ciénega de Flores: 232,000 m2, y Guadalupe: 174,000 m2.

Estas cifras confirman el crecimiento que la zona norte del país ha tenido en la captación de inversiones procedentes del extranjero hacia México, como resultado del buen momento que la economía mexicana ha tenido en el contexto internacional y la relocalización de las cadenas productivas en el globo terráqueo. Sin embargo, como se puede apreciar, este desarrollo no es todavía homogéneo y su cobertura no alcanza a permear en el espacio territorial de todo el país, por lo que los efectos del nearshoring deben acrecentarse en toda la nación, si lo que se quiere es aprovechar esta buena inercia.

El problema es que Estados Unidos y su nueva administración tienen muy claro que la competencia por la instalación de nuevas plantas de procesamiento y manufactura de componentes electrónicos y nanotecnológicos en su país, debe convertirse en una prioridad para su portafolio de inversiones y en el vórtice central de su política económica interna; todo ello respaldado de sus intereses de seguridad nacional como el proteccionismo arancelario y el aseguramiento de sus fuentes de creación de energías renovables y no renovables.

En medio de esta reformulación de ecuaciones económicas en el mercado mundial, el gobierno mexicano deberá dar la batalla y aprovechar de manera inteligente y audaz sus potencialidades geográficas y humanas, para consolidar la atracción de inversiones internacionales que puedan apuntalar sus debilidades estructurales y logísticas.   

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
Presidente del Instituto Nacional de Administración Pública

@DRLMMA56

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