La ciberseguridad ha trascendido su antiguo papel como una función técnica limitada a la sala de servidores. Hoy surge como un elemento estratégico fundamental en la sala de juntas, donde se definen las direcciones que tomarán las organizaciones. En este escenario, los Chief Information Security Officers (CISOs) tienen la oportunidad y la responsabilidad de posicionarse como socios estratégicos, capaces de guiar a sus empresas hacia un futuro donde la innovación y la seguridad coexistan y prosperen.
La clave para esta transición reside en dos factores esenciales: la capacidad de traducir los riesgos tecnológicos a términos que resuenen con el lenguaje del negocio y la habilidad de presentar la ciberseguridad como un catalizador para el crecimiento.
Para ello, es vital entender las prioridades de la alta dirección y demostrar que la protección de los datos no es solo un gasto necesario, sino una inversión que puede generar valor significativo a largo plazo.
En este contexto, ha surgido un nuevo rol que refleja esta evolución: el Business Information Security Officer (BISO). Aunque este rol sigue siendo ejecutado por los CISOs, se centra más en la integración de la ciberseguridad en el ADN de la organización. Ser un BISO implica más que proteger; significa comunicar cómo la seguridad puede impulsar la eficiencia y la transformación digital, convirtiéndose en un socio esencial en la estrategia corporativa.
Nuestro objetivo debe ser crear un entorno que fomente la innovación, donde la ciberseguridad actúe como un habilitador. La transformación digital necesita de fundamentos de seguridad robustos para realizar su potencial. Sin una base sólida, cualquier esfuerzo de innovación corre el riesgo de derrumbarse, como un castillo de naipes.
Para que nuestro mensaje tenga eco en la sala de juntas, es crucial saber comunicarlo efectivamente. Conocer a nuestros interlocutores es fundamental, ya que cada miembro del equipo ejecutivo tiene distintas prioridades y preocupaciones. Al adaptar nuestro mensaje y usar ejemplos concretos, se facilita la comprensión de la audiencia. Las historias y analogías pueden hacer que complejas ideas sean mucho más accesibles y memorables.
Así, nuestro papel como CISOs se transforma. Ya no somos solo defensores: somos socios estratégicos que trabajan de la mano con otras áreas de la empresa para identificar oportunidades y mitigar riesgos. La relación con los CEO, CFO y otros líderes se fortalece cuando logramos hablar el idioma del negocio, demostrando que la ciberseguridad no solo es esencial, sino que puede ser el motor que impulse la innovación. Para profundizar en este tema y descubrir más sobre cómo la ciberseguridad puede integrarse estratégicamente en tu organización, te invitamos a leer nuestro blog completo.
POR LUIS RAMOS
@MetabaseQ
www.metabaseq.com
MAAZ