COLUMNA INVITADA

Tabasco… ¿Qué pasó con el edén?

Desde Tabasco surgen las acusaciones de vínculos de autoridades de alto nivel con la delincuencia organizada, que salpican a la administración anterior

OPINIÓN

·
Walter Olivera / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Walter Olivera / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Más allá de arengas nacionalistas o llamados a la unidad, el panorama para nuestro país se vislumbra sombrío y complicado especialmente en materia de seguridad. ¿Vivimos un momento de inflexión? ¿Es este nuestro punto de quiebre?

Tristemente observamos cómo la voracidad de la violencia, de la guerra de cárteles, engulle a estados como Zacatecas, Sinaloa, Guanajuato, Durango, Morelia, Morelos, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y ahora, en veloz ascenso, la capital sentimental del morenismo: Tabasco.

De acuerdo a la más reciente medición del INEGI sobre percepción de inseguridad, Villahermosa, la capitalina ciudad tabasqueña, asciende al primer lugar nacional en este ámbito.

Con más de una decena de entidades violentas podemos entender por qué el gobierno de Trump señala que un tercio de nuestro país está controlado por organizaciones criminales.

Tampoco nos extraña que esta situación encienda las alertas en Yucatán y Campeche, estados vecinos de Tabasco, que históricamente se han mantenido en los primeros lugares por su menor índice de criminalidad en el país.

Con los altos niveles de contagio de la violencia, incurriríamos en un error si olvidamos que, en la zona sur, Tabasco es un estado bisagra con las entidades del sureste.

La criminalidad y el narcoterrorismo están golpeando a la puerta de yucatecos y campechanos. En cualquier momento, ambos pueden ver vulnerados sus propios estatus de estados más seguros del país, sobre todo al encontrarse en medio de lumbreras como Tabasco.

Si bien es cierto que las mediciones del INEGI se basan en muestras reducidas, también lo es que en esa escala los tabasqueños pasaron de una percepción de inseguridad del 50% a poco más del 90%; obviamos imaginar el resultado si se hubiera incrementado el tamaño de tal encuesta.

El caso de esta entidad cobra especial interés porque son los propios morenistas quienes se culpan entre sí de nexos con el cartel de La Barredora, de construir anillos de protección política a los delincuentes, que generaron que sus ciudadanos sientan que es el lugar más inseguro del país.

Dos grupos identificados disputan el control de la actividad delictiva, el Cártel Jalisco Nueva Generación, con presencia desde hace aproximadamente dos años, y la mafia local conocida como La Barredora.

Y alarma más cuando estos grupos criminales buscan incluso dictar líneas de información funcionales para sus actividades. Cuando medios o comunicadores no se doblegan, vienen las ejecuciones, tal como lo vemos en Zacatecas, Jalisco, Veracruz y otras entidades.

En Tabasco, el caso reciente es el de Alejandro Gallegos León, director de un medio independiente, que tras su secuestro fue hallado asesinado en el municipio de Cárdenas.

Desde Tabasco surgen las acusaciones de vínculos de autoridades de alto nivel con la delincuencia organizada, que salpican a la administración anterior. El actual mandatario Javier May fue determinante al responsabilizar al gobierno pasado, también morenista.

Quedan las dudas… ¿Dará seguimiento la Fiscalía General de la República al caso Tabasco? ¿Harán uso político de la justicia para acotar a personajes incómodos? ¿Cuánto más les funcionará la estrategia de responsabilizar a los antecesores? ¿Cambiará el escenario de criminalidad con la llegada de Donald Trump? ¿Pasamos de los abrazos a la claudicación? ¿Qué pasó con aquello de que Tabasco es un edén?

POR WALTER OLIVERA VALLADARES
@WALTEROLIVERAV 

COMUNICADOR 

EEZ