HIEL Y MIEL

Dormidos

Esto es, un porcentaje nada despreciable de los votantes estadounidenses no querían que el atrabancado populista de pelo naranja fuera el presidente de USA

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de México
Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

180 millones de estadounidenses se registraron para votar por Trump o por Harris en el proceso electoral del 5 de noviembre del 2024 en la Unión Americana. De ellos, alrededor de 77 millones votaron por el candidato republicano o de MAGA, si ustedes prefieren decir las cosas por su nombre.

Esto es, un porcentaje nada despreciable de los votantes estadounidenses no querían que el atrabancado populista de pelo naranja fuera el presidente de USA. Sin embargo, las mayorías mandan en una democracia. Así, el esposo de la elegante Melania se hizo del triunfo, mismo que se replicó en la Cámara de Senadores y la de Representantes. De los votos del Colegio Electoral, Trump se llevó 312 y Harris 226. En conclusión, no hay discusión alguna sobre su triunfo.

El mundo, incluido México y los millones de estadounidenses que defienden los derechos humanos y la libertad, no hemos logrado salir del pasmo al ver cómo la pesadilla se hacía realidad. Unos porque se sienten amedrentados y otros porque no podemos acabar de comprender cómo el país supuestamente emblemático de la democracia ha llegado a elegir un delincuente que, de no haber logrado ser presidente, estaría ahora mismo en prisión. Así de loco está nuestro planeta.

Los demócratas, sin duda, estamos pasando por un periodo de narcolepsia. Contemplamos la realidad y el horror que ya llegó -y en muchos países para quedarse por un buen rato-, pero no atinamos aún a defendernos. Es como si estuviéramos adormilados y con una enorme flojera para reaccionar ante tanta barbaridad.

Por ello, la defensa que hizo de la comunidad LGBTQ+, especialmente de la comunidad Trans y de los migrantes, la Obispa episcopal Mariann Edgar Budde me regaló un rayito de esperanza en medio del caos. Sin miedo y mirando al presidente Trump de frente le pidió que: “tuviera piedad con la gente que le tiene miedo, con la comunidad LGBTQ+, con los migrantes indocumentados, con los refugiados y con el resto de los colectivos vulnerables -dijo- que están en el punto de mira de su nueva administración”. Así de claro y potente habló, sin dejar de mencionar tampoco a los que “huyen de zonas de guerra -de la violencia en general, diría yo- y de la persecución en sus propias tierras para encontrar compasión y acogida aquí”.

ieran una y otra vez mensajes como el antes citado en defensa de los afectados por la llegada del populismo de ultraderecha que hoy gobierna a la primera potencia mundial y a muchos otros países del mundo -y que esto le toque también a los nefastos populismos de izquierda- otro futuro esperaría a la humanidad.

Para enfrentar la tormenta que hoy nos vapulea se necesitan no solo valentía y coraje, sino la creación de una red comprometida con esos ciudadanos, empresarios, políticos, organizaciones civiles y todos los que no queremos vivir la tragedia de las dictaduras que hoy amenazan al mundo. Trabajemos por un pacto por la libertad. Es hora de despertar.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

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