BALONES Y PELOTAS

VAR: El nuevo chivo expiatorio

Durante Qatar 2022, por ejemplo, comentaristas y críticos del deporte acusaron a la FIFA de manipular la injerencia en favor de la selección argentina

OPINIÓN

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Tomás Lujambio / Balones y pelotas / Opinión El Heraldo de México
Tomás Lujambio / Balones y pelotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando el VAR fue implementado profesionalmente por primera vez en 2018, tanto la FIFA como distintas organizaciones futbolísticas destacaron que la asistencia tecnológica iba a reducir las polémicas del deporte y garantizar mayor justicia deportiva. 

Sin embargo, tanto aficionados como profesionales del deporte no han dudado en expresar su descontento durante los últimos años, afirmando que el asistente virtual es utilizado usualmente para favorecer a los equipos más poderosos y mediáticos. 

Durante el Mundial de Qatar 2022, por ejemplo, múltiples comentaristas y críticos del deporte acusaron a la FIFA de manipular la injerencia del VAR en favor de la selección argentina. 

Muchos de ellos criticaron la cantidad de penaltis que fueron otorgados a la albiceleste y argumentaron que la tecnología no había sido utilizada con el mismo criterio en distintos encuentros de la copa. 

Ahora bien, aunque las sospechas que circundan el primer Mundial de Lionel Messi se han difuminando con el tiempo, las críticas al VAR no paran de brotar con esporádica naturaleza. 

Sin embargo, la polémica que ha suscitado el arbitraje no es resultado de un favoritismo evidente, sino, más bien, de una falta de consistencia en los criterios arbitrales. 

La discusión más reciente, por ejemplo, tuvo lugar el fin de semana pasado durante dos momentos clave del partido entre el Getafe y el FC Barcelona. 

En el minuto 80, Christantus Uche obstruyó a Jules Koundé dentro del área sin que se pitara penalti y, posteriormente, un festejo provocativo de Ismael Bekhoucha incitó a Alejandro Balde a responder con una cachetada que tampoco fue sancionada.

Mientras el merengue reprochaba que la bofetada de Balde no había sido sancionada con la misma severidad con la que se le juzgó a Vinícius Jr. por una cachetada similar, el aficionado azulgrana comparaba el posible penalti a Koundé con otro muy similar que sí benefició a Antonio Rüdiger en su momento. 

No obstante, contrario a lo que quieren creer tanto culés como madridistas, las polémicas arbitrales del momento no se han propiciado por utilizar la tecnología en favor de un equipo en específico, sino por ni siquiera recurrir a ella. 

Al final, ni el penalti que le cometen a Koundé ni la roja que se merecía Balde por agresión fueron juzgadas con certeza precisamente, porque no fueron atendidas en la pantalla. 

Desafortunadamente, las polémicas que tanto queríamos evitar con la implementación del VAR seguirán brotando mientras no se establezcan criterios arbitrales robustos y consistentes que apoyen al árbitro de forma clara. 

De no ser así, más allá de impartir justicia o reducir errores humanos, el VAR sólo servirá como un chivo expiatorio adicional para todos aquellos derrotados que prefieren inventar culpables en lugar de identificar responsables. 

POR TOMÁS LUJAMBIO

COLABORADOR

@TLUJAMBIOT

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