OMNIA

Trump: El mesías y el Leviatán

El supuesto mesianismo de Trump lo apuntó él mismo cuando, al referirse al atentado de Pensilvania, expresó: “Mi vida la preservo por una razón: Dios me ha permitido volver a hacer de Estados Unidos un país grande de nuevo”

OPINIÓN

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Eduardo R. Huchim / Omnia / Opinión El Heraldo de México
Eduardo R. Huchim / Omnia / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: EL Heraldo de México

“Nos ha nacido un mesías”, deben haber exclamado jubilosos los integrantes de un cierto grupo social mientras escuchaban el discurso inaugural de Donald Trump.

Ese grupo es el de multimillonarios, cuyos representantes acompañaban al nuevo mandatario en la sede del Congreso de Estados Unidos, el Capitolio, irónicamente ahí donde las huestes trumpistas, azuzadas por su líder, irrumpieron violentamente en 2021, en un antidemocrático intento de impedir la validación del triunfo electoral de Joe Biden.

En otros grupos sociales como el de los migrantes, los estadounidenses no binarios y los pobres, la percepción debe haber sido la del surgimiento de otra figura bíblica muy distinta al mesías, el Leviatán, esa bestia enorme de siete cabezas que emerge de los mares echando fuego por la boca. En un contexto diferente, el económico, hay sectores que tienen un temor semejante.

El supuesto mesianismo de Trump lo apuntó él mismo cuando, al referirse al atentado de Pensilvania, expresó: “Mi vida la preservo por una razón: Dios me ha permitido volver a hacer de Estados Unidos un país grande de nuevo”.

El mesianismo de Trump encierra cierto humorismo involuntario, cuando se autodefine como pacificador y unificador, pero anuncia el envío de tropas militares a su frontera sur, la expulsión de millones de migrantes, el apoderamiento del Canal de Panamá y, además, agrede a la comunidad LGBTI+. Extraña manera de pacificar y unir.

Trump habla de la grandeza de EU, pero ésta parecería centrarse en la multiplicación de la riqueza de los ya de suyo ultrarricos (como él y sus principales invitados), aunque ello implique la pauperización de millones de seres humanos en el mundo, incluso en EU.

El mismo día del fasto trumpista, circuló una información estremecedora: en 2024, los hombres más ricos del mundo triplicaron sus ganancias, mientras millones de personas viven con hambre, abatidos por la pobreza. Oxfam, un organismo internacional empeñado en combatir pobreza y desigualdad, informó que la fortuna de los milmillonarios creció en 2 billones de dólares en 2024, tres veces más rápido que en 2023.

Así, mientras Trump quiere una “época dorada” para su país, desestima los conflictos internacionales e internos que muchos especialistas avizoran como consecuencia de deportaciones masivas y aranceles esquizofrénicos. El narcisista mandatario pone oídos sordos a la advertencia: en las guerras comerciales no hay ganadores, y si los hubiera, difícilmente EU sería uno de ellos. Hay países asiáticos que están listos para combates de ese tipo.

Es claro que las políticas de Trump pueden poner en riesgo la estabilidad comercial internacional y con ella, la de los ámbitos bancario y bursátil de EU y del mundo. Un Leviatán económico podría materializarse. Y entonces el presidente mesiánico habrá desaparecido y escuchará resonar en sus oídos algo como lo que Jehová le dijo a Job:

-¿Podrás tú sacar con anzuelo al Leviatán, o con cuerda que le pongas en la lengua?

PLUS DIGITAL: ÚKASES EN TORRENTE

Al estilo de la Rusia imperial, Trump emitió un torrente de úkases llamados elegantemente “órdenes ejecutivas” que constituyen por su número un intento de gobernar por decreto. Ese conjunto de documentos, cuyo anuncio fue recibido con aplausos y de pie por la audiencia que concurrió a la investidura presidencial, entusiasmó a la fanaticada trumpista y alarmó a las colectividades afectadas dentro de EU y en el extranjero.

Sin embargo, como ese país no es un imperio, varias de tales órdenes habrán de afrontar un difícil paso por las cortes estadounidenses porque atropellan derechos fundamentales, como en el caso de negarles la nacionalidad a parte de los nacidos en territorio de EU, en abierta contravención a la Constitución de ese país. Por lo pronto, la autoritaria orden ya tiene la oposición de 22 estados de la Unión Americana.

Son suficientemente conocidos los úkases que afectan a México, entre ellos la amenaza de aranceles a partir del 1 de febrero, la deportación masiva de inmigrantes y la declaratoria de terroristas a los cárteles del narcotráfico, de modo que no hace falta insistir en ellos.

Sí importa destacar un efecto de tales úkases: la solidaridad generalizada con la defensa de la soberanía planteada firmemente por la presidenta, Claudia Sheinbaum, postura que posee 79 por ciento de aprobación, según encuesta de QM Estudios de Opinión en alianza con Heraldo Media Group.

La Presidenta ha pedido cabeza fría ante los úkases de Trump y, ciertamente, así hay que enfrentar al delincuente convicto que ocupa la Casa Blanca. Como apuntó Alfredo González Castro, director editorial de El Heraldo de México (22/01/25): “La política es como el boxeo: a veces es mejor esquivar el golpe que intentar devolverlo”.

POR EDUARDO R. HUCHIM 

COLABORADOR

@EDUARDORHUCHIM

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