Del 4 al 9 de febrero de este friolento 2025 se llevará a cabo la edición 21 de Zona Maco con la participación de 199 galerías de 27 países de cuatro continentes. Los ejes de curaduría contemplan arte moderno y contemporáneo, diseño, fotografía y anticuariado. El encuentro, diseñado y fundado por Zélika García y en la actualidad dirigido por Direlia Lazo, goza de cabal salud, siendo, sin lugar a duda, el principal escenario regional del mercado de bienes estéticos. La sede de esta magna experiencia cultural de divulgación, compraventa, diálogo y reconocimiento a creadores y empresarios del ramo será el Centro Citibanamex (Avenida Conscripto 311, Lomas de Sotelo, Miguel Hidalgo, 11200).
Destaca la presencia de Galería Tereza Diaque Arte y Octavio Aguilar, que ofrecen una selección de primerísimo nivel de las composiciones de dos creadores plenamente consolidados: María José Lavín y Edgar Ladrón de Guevara, avalados por una sólida trayectoria de exposiciones en espacios museográficos nacionales y extranjeros, públicos y privados, así como por la atención de críticos plásticos y visuales de reconocido prestigio. Ambos se han labrado un sitio eminente dada su ocupación en temas vinculados con los derechos y las libertades individuales, así como con movimientos sociales que reclaman justicia. Las técnicas y los materiales empleados son innovadores, revelan un compromiso con la investigación y la experimentación. Son osados en el ejercicio de sus deseos y en la defensa de sus convicciones.
María José Lavín nos convida su proyecto de “Sueños a la carta”, que concibe objetos en tránsito que se desplazan en el territorio onírico y que tientan y provocan a la muerte. Su lenguaje demanda volúmenes que dan a luz cuerpos tridimensionales con impresión y pluma 3D, plástico ABC en un arcoíris cromático, y porcelana keraflex de 1 mm, que en su intimidad y cohabitación estructuran instalaciones y planos constructivos. Desconfía de la realidad y de sus profetas, de profunda vida interior, su mirada inquisitiva le permite mondar las cáscaras y saciarse de los zumos delicados de la imaginación.
Allí se encuentra a sus anchas esta tremenda hacedora de aventuras inconcebibles. Mujer en duermevela, díscola por momentos, exigente de almohadas suaves y recias, níveas y hechas de luces anuladas... Evoca con desenfado y hasta irreverencia “Las zahúrdas de Plutón”, de Francisco de Quevedo, quien asevera como si pensara en nuestra hermosa compositora de formas exquisitas: “Los sueños las más veces son burla de la fantasía y ocio del alma”. Su heredera de la lejanía, próxima en el humor y a ratos la angustia, nos seduce sin miramientos.
Edgar Ladrón de Guevara, entregado a la meditación crítica, desmenuza la violencia del mundo, en especial las desapariciones forzadas de nuestro país y como símbolo señero “los 43 normalistas de Ayotzinapa”, ofreciéndonos tan dolorosos testimonios en paisajes de inusitada belleza, compuestos con residuos de fósforos y cinta adhesiva, más semillas que aportan la esperanza de la fertilidad, que se metamorfosean en sutiles ensamblajes maculares. Se trata de abstracciones tenues, que frisan la elegancia de los melindres y los alfeñiques, prohijando atmósferas místicas donde el tiempo se diluye en el espacio, aspirando a cierta dosis de eternidad. Creaciones marcadas por un hálito poético que se agradece en este presente cifrado en la banalidad, el dolor y la injusticia.
Acudan a Zona Maco y disfruten a María José Lavín y Edgar Ladrón de Guevara, recuerden que “La esperanza es el sueño de los despiertos”: Aristóteles.
LUIS IGNACIO SÁINZ
COLABORADOR
EEZ