Un problema que se ha generalizado en en el espacio digital es que casi todas las aplicaciones buscan monetizar los datos de los usuarios con el pretexto de ofrecer un “servicio personalizado”; pero utilizan la información personal para una publicidad dirigida o mejorar sus servicios.
Veamos: Facebook recopila datos sobre las publicaciones, ubicación, intereses comunes, interacción entre usuarios y plataformas como Instagram y WhatsApp. Instagram, por ejemplo, recoge información similar y a su vez, puede obtener datos biométricos de los usuarios si estos utilizan funciones como los filtros faciales.
En el caso de WhatsApp, aunque los mensajes están cifrados de extremo a extremo, se conocen datos como la ubicación, contactos y la interacción entre los usuarios. Twitter (ahora X), accede a los tweets, retweets, likes, ubicación, datos de navegación, dispositivos conectados y puede utilizar los datos de las cuentas con las que se interactúa. De manera similar funcionan Reddit, Pinterest, LinkedIn, SnapChat o YouTube, al utilizar algoritmos para recopilar la información personal, preferencias visuales, fotografías, e historial en la red.
Es así, que estas plataformas recolectan la información personal directa, los datos de comportamiento, los datos de terceros y los datos técnicos como la geolocalización, tipo de dispositivo, sistema operativo y dirección IP. En el caso de Tik Tok, además de esta información se recogen los datos biométricos.
Por ende, resulta evidente la amenaza a la que se enfrentan los datos de los usuarios de estas redes sociales. En el uso de Tik Tok, la preocupación adicional es que la plataforma es propiedad de la empresa china Byte Dance y aunque esta ha manifestado categóricamente que no compartiría los datos de sus usuarios con el gobierno chino, el riesgo existe.
Ante esta realidad, el Congreso de los Estados Unidos emitió una ley para prohibir las operaciones de TikTok y no venderla en tiendas digitales como Play Store y App Store. Si bien, la plataforma no desaparecerá de los teléfonos de sus usuarios, estos no podrán actualizar su contenido debido a la prohibición que a partir del 19 de enero de este año hiciera la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre su uso.
El caso anterior representa un conflicto entre la libertad de expresión y la seguridad nacional, pero la decisión de prohibirla totalmente recaerá en el Presidente Trump. Judicialmente constituye un precedente para que cualquier país del mundo pueda tener la capacidad de prohibir el uso de una plataforma ante una posible amenaza.
Mientras tanto, las recomendaciones para proteger nuestros datos al usar las plataformas son: revisar las políticas de privacidad, configurar los permisos de uso, no compartir información sensible, utilizar contraseñas fuertes y únicas, u optar por usar una red social con políticas de privacidad más estrictas como Mastodon, además de ejercer la autodeterminación informativa.
POR HILDA NUCCI
COLABORADORA
@HILNUCCI
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