COLUMNA INVITADA

20 de enero, Una Nueva Historia

Religiones, credos, ideologías, regímenes, gobiernos y hasta teorías de la conspiración, dan importancia suprema

OPINIÓN

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Sergio Torres Ávila / Columna invitada / El Heraldo de México
Sergio Torres Ávila / Columna invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Religiones, credos, ideologías, regímenes, gobiernos y hasta teorías de la conspiración, dan importancia suprema a aquellos momentos en el que una época finaliza y otra comienza. Nos gustan las efemérides. Les adjudicamos fecha de nacimiento y caducidad, de ser posible con día y hora, a las etapas de la Historia.

Más allá de la precisión del marcaje de tales fechas de transición, de que las cosas realmente hayan cambiado radicalmente tal o cual día (sabemos que los procesos históricos son continuos y los cambios pueden tomar décadas en cuajar), el señalar esos momentos nos sirven a los seres humanos para dar sentido y orden a nuestro mundo. Si la vida es tan compleja, en particular en una época como ésta de tardo-modernismo, en la que la tecnología ya nos rebasó, la información nos abruma y las cosas son cada vez más difíciles de explicar, más nos vale tener referencias, boyas en la mar que nos ayuden a navegar por las difíciles aguas de la realidad.

A partir de esas fechas, de esos puntos de transición, un mundo diferente quedaría establecido. Nuevas reglas, nuevas instituciones, nuevos acuerdos. Pero sobre todo, un nuevo paradigma, entendido como una teoría que describe la realidad y se acepta sin cuestionar como el modelo para explicar una época. Pensemos en el actual régimen político mexicano y su esfuerzo multicanal por establecer un nuevo paradigma social, político y económico con su 4T. En este caso, la fecha de nacimiento del nuevo paradigma sería el 2 de julio de 2018.

En el mismo sentido, el próximo lunes 20 de enero, a las 12 de la tarde, tiempo del este de Estados Unidos nacerá, con la Segunda Llegada de Donald Trump a la Casa Banca, un nuevo paradigma para describir la historia moderna de la humanidad.

Varios factores nos obligan a pensar que así será. En el plano político, es indudable que la democracia liberal moderna tendrá un punto de quiebre. Ya el mandato anterior de Trump, así como los ejemplos neo-autoritarios de Orban en Hungría o Milei en Argentina nos lo han adelantado, pero esta vez, como hemos argumentado en este espacio, Trump llegará en una versión reloaded.

La radicalidad del gabinete que ha propuesto, y la realidad de que no necesitará quedar bien con nadie, al no poderse reelegir, son señales de que la implementación de la agenda ultraconservadora en lo político-social y ultraliberal en lo económico será radical.

En el plano internacional, comenzando con México pero reverberando hasta el sudeste asiático, las olas provocadas por las decisiones soberanistas, anti-globalizadoras y una renovada doctrina del destino manifiesto norteamericano provocarán un tsunami de impredecibles proporciones. La agenda neoliberal globalizadora, que se ha venido implementando mundialmente en los últimos 40 años, se topará con un dique en el que romperán sus olas. Olas que pueden arrasar economías enteras.

Una segunda fundación, una refundación de la república estadounidense, una recuperación de la patria ideal conservadora y cristiana de las garras del pensamiento woke y el deep state, es nada menos que el nuevo paradigma norteamericano. El Proyecto 2025, verdadera agenda de gobierno de Trump, marcará nuestras vidas en los años por venir. No sabemos qué nos depare el destino, conformémonos de momento con ser testigos, en vivo y a todo color, de la fundación de un nuevo paradigma histórico global este 20 de enero de 2025. Apunte en su agenda este momento, porque marcará el ritmo del mundo, de su vida y las de sus hijos.

POR SERGIO TORRES AVILA

COLABORADOR
@SERGIOTORRESA

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