DESDE AFUERA

Trump y la Doctrina Donroe

James Monroe acuñó la frase "América para los americanos", antes de que los estadounidenses se apoderaron del gentilicio 'americanos'

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Para definir la política exterior que parece delinearse con el nuevo gobierno de Donald Trump, podría decirse que es una donde la seguridad nacional estadounidense está por sobre todo, al grado de no descartar la coerción –económica o militar– abierta como herramienta.

Pero es una en la que Estados Unidos parecen renunciar definitivamente al papel que asumieron después de la Segunda Guerra Mundial, como garantes de la seguridad colectiva global, el libre comercio y la promoción de la democracia.

Bienvenidos a lo que algunos analistas como Ian Bremmer califican como la "Doctrina Donroe", por Donald, presidente Trump a partir del 20 de enero, y James Monroe, aquel que a principios del siglo XIX acuñó la frase  "América para los americanos", antes de que los estadounidenses se apoderaron del gentilicio "americanos".

"Estados Unidos está adoptando cada vez más un enfoque bastante chino en las relaciones internacionales: acuerdos bilaterales con poco respeto por los valores comunes, el Estado de derecho, el multilateralismo o el bien público global, con la idea de que el país más poderoso del mundo jugará ese juego con mayor eficacia que Beijing", afirma Bremmer, que encabeza la empresa de análisis Eurasia Group.

Entre sus primeras consecuencias hay preocupación, desconfianza, temor y resquemor entre los aliados de los Estados Unidos. En diciembre, Trump anunció la intención de imponer aranceles del 25 por ciento a Canadá y aceleró el proceso que llevó a la renuncia del ya impopular y políticamente débil primer ministro Justin Trudeau. 

México ha respondido con medidas preventivas a las amenazas sobre aranceles, cierre de fronteras y hasta envío de soldados estadounidenses para ejecutar "operaciones especiales" contra los cárteles del narcotráfico, que podrían ser designados como "terroristas".

La presidenta Claudia Sheinbaum se enfrentó a Trump, pero al mismo tiempo su gobierno inició una ofensiva contra grupos narcotraficantes y una campaña contra las importaciones ilegales de China.

En Europa, las amenazas de aranceles, de retener el apoyo estadounidense a aliados que no inviertan lo suficiente en su defensa y la idea de hacerse de grado o por fuerza de Groenlandia, un país asociado a Dinamarca, no han contribuido a reducir la desconfianza hacia Trump.

Las ambivalencias de Trump en torno al apoyo a Ucrania y las probabilidades de un incremento en tarifas arancelarias no ayudan tampoco a mejorar la imagen de Trump en el viejo continente.

En América Latina, las amenazas de retomar el Canal de Panamá no fueron bien recibidas, en términos generales.

El gobierno Trump, en todo caso, parece moverse hacia un ambiente en el que según Bremer,  "ningún país o grupo de países está dispuesto ni es capaz de ejercer un liderazgo global" y prevalece la "ley de la selva", donde el máximo depredador puede hacer lo que pueda, mientras que los demás se suben al carro o se convierten en bocadillo.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS   

COLABORADOR    

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                                           

@CARRENOJOSE

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