COLUMNA INVITADA

El regreso de Trump: desafíos para México

El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca es inminente. En sólo tres días, Trump rendirá protesta como el 47° presidente de los Estados Unidos

OPINIÓN

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Claudia Ruiz Massieu / Colaboradora / Opinión El Heraldo de México
Claudia Ruiz Massieu / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca es inminente. En sólo tres días, Trump rendirá protesta como el 47° presidente de los Estados Unidos. Desde el primer día de su segundo mandato, México enfrentará uno de los momentos más críticos en la relación bilateral.

Esta vez, Trump regresa a la presidencia con una agenda más agresiva y con mayor respaldo político que durante su primer mandato. Distintos factores, como las mayorías republicanas en el Congreso estadounidense y el convulso ambiente político interno de Canadá, se suman para configurar un escenario particularmente complejo para los intereses de nuestro país en la región.

En ese contexto, México debe distinguir cuidadosamente entre la retórica propagandística y las verdaderas amenazas. La propuesta de renombrar el Golfo de México como "Golfo de EE. UU.", por ejemplo, es más una provocación mediática que un desafío que ponga en riesgo los intereses nacionales. Lo mismo puede decirse del External Revenue Service, una agencia que exigiría la aprobación del Congreso e implicaría duplicar funciones que actualmente desempeñan las aduanas.

No obstante, algunas de las propuestas de Trump merecen una consideración seria. En materia comercial, la amenaza de imponer aranceles de hasta 25% a productos mexicanos podría tener consecuencias devastadoras para la economía regional e inaugurar un conflicto en el contexto de la revisión del T-MEC. México podría no contar con el respaldo de Canadá en la negociación, especialmente, tras la renuncia de Justin Trudeau y el posible ascenso del conservador Pierre Poilievre como primer ministro. Sea cual sea el desenlace electoral, es previsible que Ottawa defina su propia estrategia hacia Washington.

En materia migratoria, las deportaciones masivas representan un desafío que requiere una respuesta coordinada de los tres órdenes de gobierno. Si bien no son un fenómeno inédito en la relación bilateral, la escala propuesta por Trump y su intención de implementar medidas desde el primer día de su administración exigen actuación inmediata, pero también una estrategia de largo aliento. La experiencia acumulada será fundamental, pero podría ser insuficiente ante la magnitud del reto.

Uno de los desafíos más complejos será en materia de seguridad. La debilidad institucional de nuestro país frente al crimen organizado nos hace particularmente vulnerables ante las presiones que se avecinan. Trump ha señalado que exigirá una respuesta más contundente contra las organizaciones criminales, lo que podría obligar al Ejecutivo Federal a desplegar acciones más frontales. Sin una aproximación estratégica y bien planificada, esto podría resultar en nuevos focos de violencia.

En tres días, el gobierno mexicano deberá mostrar su capacidad de adaptarse a un entorno regional cada vez más adverso. Los esfuerzos diplomáticos serán fundamentales para mantener una relación bilateral constructiva; sin embargo, es indispensable fortalecer nuestras capacidades institucionales, diversificar nuestras relaciones comerciales y diseñar estrategias de contingencia para evitar que los desafíos se conviertan en potenciales crisis.

México debe considerar todos los escenarios posibles. La experiencia nos ha enseñado que, ante el presidente Trump, lo más conveniente es prepararse para el peor escenario, sobre todo, mientras trabajamos para lograr el mejor. Esa es nuestra responsabilidad de Estado.

POR CLAUDIA RUIZ MASSIEU

DIPUTADA FEDERAL

MAAZ