100 días pasaron ya, y la oposición sigue en la irrelevancia. No sale del pasmo. Es inexistente.
Durante los pasados seis años vivieron postrados, viendo a López Obrador someterlos e imponerse y ni las manos metieron. La 4T les pasó por encima otra vez en las elecciones del año pasado, y siguen en las mismas. No acusan de recibido.
Oponerse a todo no los volverá relevantes, tampoco los aproximará a los ciudadanos. Necesitan hacer mucho más.
Durante los primeros tres meses y medio del gobierno de Claudia Sheinbaum, y el mes inmediato anterior -cuando inició la Legislatura- nada han logrado articular. Dirán que “dieron la batalla” en el Congreso para contener a la aplanadora y que “ganaron el debate” aunque perdieran las votaciones, pero ni eso.
Más allá de las atropelladas sesiones en el Senado y Cámara de Diputados durante la aprobación de la reforma al Poder Judicial o la de Supremacía Constitucional, o la votación en la cámara alta para un segundo periodo de Rosario Piedra Ibarra en la CNDH, los partidos de oposición no han pasado de la anécdota.
¿Qué tema han puesto en la agenda? ¿Qué causa abanderan? ¿En dónde hacen contraste al oficialismo? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Qué nueva cara traen? ¿Qué forma novedosa de comunicar y hacer política tienen?
Nada.
PAN, PRI y MC brillan por su ausencia. Hay uno que otro esfuerzo aislado, pero nada memorable, mucho menos relevante.
O se reinventan, o seguirán en la lona. O asumen el fracaso y construyen a partir de él, o terminarán por extinguirse.
Los primeros 100 días se fueron, y la presidenta Sheinbaum lejos de caer, aumentó su aprobación. Siete de cada 10 la respaldan. ¿No es eso indicativo de algo? ¿No es en parte responsabilidad de la oposición? ¿No tendrían que mirar esa realidad para contrarrestarla?
Sheinbaum sigue de ‘luna de miel’, mientras la oposición luce noqueada. ¿Así van a transitar el sexenio? Los van a apabullar.
Lo que vemos es una secuela del proceso electoral. El PRI, en camino a la desaparición; el PAN, lejos de los ciudadanos; y MC, insistiendo en ser “nuevos” pero sin mostrarlo en los hechos.
La mesa está puesta para que la 4T se sirva con la cuchara grande. ¿Qué hará la oposición para evitarlo? ¿Cómo se preparan para las elecciones claves de 2027? ¿Se preparan? Cada día que pasa y pierden, su batalla luce más difícil de ganar.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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