Muy intensa y prolongada fue la sesión del Senado de la República en la que Morena y aliados aprobaron la reforma de la Guardia Nacional que dependerá de la Secretaría de la Defensa Nacional, con lo que se va consolidando el paquete de reformas que desde Palacio Nacional llegaron al Legislativo para que estén listas antes del primero de octubre, por lo menos las más importantes.
Y justo como ocurrió en la sesión en donde se discutió la controvertida reforma al Poder Judicial en la Cámara alta, el voto que definió fue el del señalado senador Miguel Ángel Yunes Márquez, marcado por haberse entregado a Morena alegando un falso voto de conciencia.
De nueva cuenta, Yunes Márquez, que ha logrado despertar aversión en el partido guinda y como muestra está que la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle, ha dicho que en Morena se reservan el derecho de admisión, completó los requeridos 86 votos del oficialismo para aprobar el pase de la Guardia Nacional a la Sedena.
Como se recordará, desde la discusión en torno a la reforma al Poder Judicial, el oficialismo tenía solamente 85 votos y por ello compró la conciencia de Yunes primero, presionándolo, y luego, premiándolo, al darle la Secretaría de la Comisión de Justicia de la Cámara alta que preside otro panista converso a Morena, Javier Corral.
En el debate de la Guardia Nacional, Yunes apareció como miembro todavía de la bancada del PAN, partido que se ha “lavado las manos” una y otra vez aduciendo que ellos no son responsables de las maniobras que hicieron a quien llaman "Judas" y su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, para colocarse de facto del lado de Morena.
Lo que ha despertado aversión hacia los Yunes en Morena sobre todo en el ala de los duros, es que el voto vendido mediante jugoso acuerdo se convirtió en el “picaporte” para que Yunes Márquez tuviera acceso inmediato a la Presidenta electa vía el coordinador de la bancada guinda en la Cámara alta, Adán Augusto López Hernández.
Para los morenistas y aliados, el voto del expanista converso al oficialismo es como “un garbanzo de a libra” porque si no se hubiera vendido, no habrían obtenido la mayoría calificada en el Senado.
La bancada del PRI se ha comportado como la más consistente y en la reforma de la Guardia Nacional votaron también en contra.
Dentro de los saldos negativos, el PAN queda mal porque su coordinadora, Guadalupe Murguía, se quedó con los dedos en la puerta al no haber podido detectar la jugarreta de Yunez Márquez, mientras que en el caso de Movimiento Ciudadano ya no saben qué hacer con su propio "Judas" Daniel Barreda, que con su ausencia dio a Morena mayoría calificada para la aprobación de la reforma al Poder Judicial, ya que si lo sacan del partido automáticamente MC no podría ser bancada.
POR ADRIANA MORENO CORDERO
PAL