El libro Lucky Loser, escrito por los periodistas Susanne Craig y Russ Buettner, ofrece una radiografía meticulosa y bien documentada de cómo Donald Trump construyó una imagen pública de éxito descomunal sobre una base de fracasos financieros y el apoyo constante de su padre, Fred Trump. Con una cantidad impresionante de documentos, incluidos registros bancarios, declaraciones de impuestos y estados financieros auditados, los autores demuestran que el mito del "genio empresarial" de Trump es en gran medida una ilusión.
Uno de los puntos más destacados del libro es cómo Craig y Buettner muestran con datos irrefutables que, a pesar de su autoimagen como un magnate de los negocios, Trump sufrió pérdidas monumentales durante los años que él mismo promocionaba como sus más exitosos.
Entre 1985 y 1994, Trump reportó pérdidas comerciales por más de mil millones de dólares, lo que equivale a uno de los fracasos empresariales más grandes en la historia de Estados Unidos. Esto le permitió evadir impuestos durante años, lo que plantea preguntas sobre la justicia y la ética en su conducta financiera.
Una anécdota reveladora es cómo, durante la construcción de su primer casino en Atlantic City, Trump engañó a sus socios de Holiday Inn al alquilar todas las máquinas excavadoras disponibles en la zona, creando la impresión de que el proyecto avanzaba a toda máquina. Esta farsa, orquestada para impresionar a los posibles inversores, es solo uno de los muchos ejemplos del estilo de Trump, donde las apariencias y la exageración importan más que los hechos.
Además de la mirada detallada a sus negocios, el libro también explora la relación de Trump con su padre, Fred Trump, quien jugó un papel fundamental en el ascenso financiero de su hijo. A diferencia de Donald, Fred era un hombre meticuloso y prudente en los negocios, que construyó una fortuna considerable en el sector inmobiliario aprovechando programas gubernamentales.
Sin embargo, su incondicional apoyo financiero a Donald permitió que su hijo desperdiciara millones en proyectos fallidos. Fred Trump proporcionó no solo préstamos, sino también conexiones políticas y bancarias que sostuvieron los numerosos fracasos de su hijo.
El libro también plantea una crítica más amplia sobre el fenómeno cultural que permite que figuras como Trump prosperen en la sociedad estadounidense. Craig y Buettner señalan que en una cultura donde la fama y la apariencia de riqueza son vistas como sinónimo de éxito, es posible "fingir hasta que lo logres" Trump encarna esta mentalidad, utilizando su fama para crear una ilusión de éxito que poco tiene que ver con la realidad financiera. La pregunta implícita del libro es: ¿importa siquiera si Trump realmente tuvo éxito, o es suficiente que pareciera tenerlo?
El libro no está solo en su crítica a Trump; muchos otros periodistas e investigadores han señalado las inconsistencias en su imagen pública a lo largo de los años. Por ejemplo, el New York Times ya había publicado, durante la presidencia de Trump, reportajes que mostraban que el expresidente había heredado más de 400 millones de dólares de su padre, a pesar de su afirmación de haber recibido únicamente un pequeño préstamo de un millón de dólares.
Es crucial destacar que el libro no se limita a ofrecer una lista de cifras condenatorias. También es una crónica de la consistencia en el comportamiento de Trump a lo largo de su vida. Desde joven, Trump ya exhibía muchos de los rasgos que luego caracterizarían su carrera política: una inclinación por la autopromoción desmedida, una tendencia a quejarse de ser perseguido, y una habilidad para desviar la culpa de sus propios errores a otros. Craig y Buettner subrayan que, aunque Trump ha cambiado de escenario, sigue siendo el mismo personaje que ha sido toda su vida.
El libro también deja preguntas sin responder. Una de las mayores incógnitas es por qué Fred Trump estaba dispuesto a apoyar incondicionalmente a su hijo, a pesar de los reiterados fracasos de este. ¿Fue pura ceguera paterna o una especie de megalomanía compartida?
Suertudo perdedor es una lectura esencial para cualquiera que quiera entender no solo la realidad detrás de la fachada de éxito de Donald Trump, sino también el fenómeno cultural que permitió que esa fachada se sostuviera durante tanto tiempo. Al final, los autores nos dejan con una inquietante reflexión: en un mundo donde las apariencias importan más que los hechos, ¿qué tan importante es la verdad?
POR PEDRO ÁNGEL PALOU
COLABORADOR
@PEDROPALOU
MAAZ