COLUMNA INVITADA

Guardia Nacional y militarismo

El días de ayer se aprobó en Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado de la República la minuta

OPINIÓN

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Ricardo Peralta / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Ricardo Peralta / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El días de ayer se aprobó en Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado de la República la minuta donde se autoriza el traslado de Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública, de carácter permanente, adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional.

El artículo 89 constitucional señala que la Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas, de origen civil, es la Presidenta de México; refiere que todas sus instituciones, la Fuerza Aérea, el Ejército, la Marina y ahora la Guardia Nacional, están bajo la instrucción directa de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

Por otro lado, el militarismo, en su concepto clásico, es la preponderancia del poder militar sobre el poder civil en términos políticos y en donde la esfera castrense influye en la toma de decisiones políticas del Estado más allá del sector seguridad y defensa.

A la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se crearon las mesas de construcción de paz a nivel federal y en cada entidad federativa, los titulares de los ejecutivos encabezan dichas reuniones precisamente para coordinar de manera interdisciplinaria la construcción de Cultura de la Paz en el país, a diferencia de lo que desde la administración de Felipe Calderón se sentenció como guerra contra el narcotráfico.

El desorden causado por la ingobernabilidad, entre otros factores, se dio por la colusión de su Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna con el crimen organizado, su responsabilidad criminal plenamente acreditada desde su detención, ha llevado a la Fiscalía de los Estados Unidos solicitar al Juez Brian Cogan cadena perpetua por haberse aliado con los cárteles del narcotráfico en contra de ciudadanos mexicanos y norteamericanos, conspirando para traficar cocaína y otras drogas que han matado a miles de ciudadanos.

La integración de las Fuerzas Armadas para construir la paz tiene que ver con la inteligencia, el uso legítimo de la fuerza, pero principalmente atendiendo a las causas que han orillado, desde hace décadas, a miles de jóvenes a involucrarse con el crimen organizado y sus efectos violentos. El Estado de Bienestar y la Cultura de la Paz son y serán la bandera de la estrategia de seguridad del gobierno de México encabezado por la dignísima y valiente Presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.

Las comisiones aprueban en sus términos la minuta que propone fortalecer las capacidades institucionales del Estado mexicano para garantizar la seguridad, el orden público y la vigencia del Estado de Derecho, así como el goce efectivo de los derechos humanos en su territorio.

Entre lo propuesto destaca:

1) referir que los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional;

2) precisar que en tiempo de paz ningún miembro de la Fuerza Armada permanente, o sea, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Guardia Nacional podrá alojarse en casa particular contra la voluntad del dueño, ni imponer prestación alguna;

3) establecer que la investigación de los delitos corresponderá al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional;

4) determinar que la Federación contará con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada por personal de origen militar con formación policial, dependiente de la secretaría del ramo de defensa nacional, para ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública;

5) mencionar que para pertenecer al activo de la Guardia Nacional en todo momento, o desempeñar cualquier cargo o comisión en ellos, se requerirá ser mexicano por nacimiento;

6) facultar al Congreso para expedir leyes que regulen y establezcan requisitos y límites para la participación del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en materia de seguridad interior y en tareas de apoyo a la seguridad pública;

7) recalcar que el Senado y la Comisión Permanente ratificarán los nombramientos de coroneles y demás jefes superiores de la Guardia Nacional;

8) estipular que el Presidente: a) nombrará, con aprobación del Senado, a los Coroneles y demás oficiales superiores de la Guardia Nacional; y, b) dispondrá del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea en tareas de apoyo a la seguridad pública en los términos que señale la ley;

9) añadir que los militares, marinos, integrantes de la Guardia Nacional, personal del servicio exterior, agentes del Ministerio Público, peritos y los miembros de las instituciones policiales, se regirán por sus propias leyes; y

10) apuntar que el Estado proporcionará a los miembros en activo del Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional, las prestaciones laborales a través del organismo encargado de la seguridad social de los componentes de dichas instituciones.

POR RICARDO PERALTA

COLABORADOR

@RICAR_PERALTA

MAAZ