TU CAUSA MI CAUSA

Árboles para la CDMX

Gracias a su esfuerzo se lograron plantar 230 árboles en espacios urbanos como Parque Desarrollo Quetzalcóatl y Pantitlán Iztacalco

OPINIÓN

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Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de México
Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

La explotación de la naturaleza para generar riqueza está en aumento. Según Global Forest Watch, en los últimos 20 años, México ha perdido 736 mil hectáreas de bosques primarios, una superficie casi cinco veces mayor que la de la Ciudad de México. 

Las razones de la reforestación se deben por una parte a la tala ilegal, al menos la mitad de la madera que se comercializa en el mercado nacional tiene un origen ilegal (CCMSS) y por el otro, al cambio de uso de suelo, que es la transformación de un terreno natural para fines distintos a su función original, por ejemplo, convertir un bosque en una zona residencial o agrícola. 

Los principales cambios de uso de suelo en México están relacionados con la expansión de actividades de agricultura, ganadería y urbanización, lo que afecta a ecosistemas como selvas, bosques y matorrales. 

Según datos oficiales, México pierde alrededor de 40 mil hectáreas de bosques templados cada año debido a la deforestación intensiva y a la conversión de tierras para la ganadería y la agricultura. 

El sobrepastoreo es otra actividad que deteriora el ecosistema de los matorrales al transformarlos en zonas de pastoreo para ganado. Este proceso ha acelerado la pérdida de cobertura vegetal y la degradación del suelo en amplias regiones del noreste de México. 

Por su parte, la urbanización ha implicado la pérdida de áreas naturales y la alteración de ecosistemas. Se estima que para el año 2060, la Zona Metropolitana del Valle de México alcance los tres mil 622 km2 lo que equivale dos veces el tamaño de la CDMX, lo que reduciría en un 63 por ciento pastizales y zonas agrícolas, además de matorrales, cuerpos de agua y bosques tropicales (DGCS UNAM). 

El cambio de uso de suelo tiene profundas consecuencias ambientales como la pérdida de biodiversidad, el agravamiento del cambio climático, sequías y escasez de agua. Si bien, se dice que México tiene una de las mejores leyes ambientales es evidente la necesidad de pasar de la teoría a la práctica, para aplicar acciones para mitigar los efectos tanto de la tala ilegal como del cambio de uso de suelo. 

Para sumar a la causa ambiental Fundación Vinte, que tiene la misión de convertir espacios públicos abandonados e inseguros en lugares llenos de vida donde las familias puedan practicar deportes, jugar y convivir, lanzó una campaña para reforestar espacios urbanos de la CDMX. 

Campaña a la que se unieron 65 voluntarias y voluntarios de distintas áreas y empresas de Grupo Andrade: Flotilla 5, Agencia Nissan, Análisis de Resultados, Contraloría, GWM, RH Corporativo, Ultravome, Integra Arrenda, Seminuevos y Suzuki Universidad. 

Gracias a su esfuerzo se lograron plantar 230 árboles en espacios urbanos como Parque Desarrollo Quetzalcóatl, Iztapalapa, Pantitlán Iztacalco y Ojo de Agua. 

Se dice que un árbol puede capturar alrededor de 10 kilogramos de dióxido de carbono al año, producir el oxígeno suficiente para una familia de cuatro personas, captar hasta mil litros de agua de lluvia, ayudando a reducir el riesgo de inundaciones. 

Para Fundación Grupo Andrade, colaborar con Fundación Vinte es una gran oportunidad para inspirar a las personas voluntarias a convertirse en Agentes de Cambio capaces de renovar nuestro entorno. 

Fundación Vinte requiere manos para continuar con su labor, visita https://fundacionvinte.org/ para unirte como voluntaria y/o voluntario.

POR DULCE GALINDO VILLA

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