Con el aumento y la complejidad con la que avanzan las amenazas cibernéticas, se hace imperativo que las empresas mejoren y adapten sus estrategias de prevención.
Aquí es donde entra en juego el concepto de Threat Intelligence. Threat Intelligence, o inteligencia de amenazas, es la recopilación, análisis y utilización de información sobre las amenazas cibernéticas actuales y emergentes. El objetivo de Threat Intelligence es proporcionar a las organizaciones un contexto relevante sobre amenazas que les permita tomar decisiones informadas para mitigar riesgos.
Existen diferentes tipos de inteligencia de amenazas, cada uno con su propio enfoque y propósito:
1. Inteligencia Táctica: Se centra en las técnicas, tácticas y procedimientos (TTP) usados por los atacantes. Es útil para los equipos de respuesta a incidentes, ya que les ofrece información sobre cómo pueden ser atacados y qué medidas defensivas implementar.
2. Inteligencia Operativa: Proporciona información sobre campañas de ataque específicas e identifica los objetivos y motivaciones de los atacantes. Esto ayuda a las organizaciones a prever y defenderse contra amenazas inminentes.
3. Inteligencia Estratégica: Este tipo de inteligencia se dirige a la alta dirección. Se enfoca en las tendencias del panorama de amenazas a largo plazo y cómo estas pueden afectar a la organización en su conjunto, ayudando en la toma de decisiones sobre inversiones en ciberseguridad.
Contar con una estrategia de Inteligencia de Amenazas tiene múltiples ventajas. Por un lado, el tiempo de respuesta ante incidentes se reduce significativamente. Contar con información actualizada y específica también mejora la eficiencia de respuesta a un ataque. Asimismo, esto permite que las organizaciones y empresas puedan tomar decisiones informadas acerca de su estrategia de ciberseguridad. Finalmente, la inteligencia de amenazas es un gran activo que permite enfocarse en una estrategia preventiva en vez de reactiva, fortaleciendo la base de la ciberseguridad de una empresa.
Sin embargo, no todo es sencillo en el mundo de Threat Intelligence. Existen desafíos que las organizaciones deben superar. La cantidad de datos disponibles puede ser abrumadora, por lo que filtrar la información valiosa del ruido es esencial para que los equipos de ciberseguridad no se sientan sobrecargados.
La inteligencia de amenazas también debe integrarse con otras herramientas de seguridad para maximizar su efectividad. Esto puede ser un proceso complicado que requiere tiempo y recursos. Threat Intelligence es una herramienta esencial en el arsenal de ciberseguridad de cualquier organización. A medida que las amenazas cibernéticas evolucionan, la capacidad de anticiparse y reaccionar ante ellas se convierte en un factor diferenciador clave.
Por esta razón, Metabase Q junto con HSBC presentan la serie de seminarios web “Diálogos sobre el Futuro de la Ciberseguridad”. En su próxima sesión, enfocada en Threat Intelligence, se discutirá la importancia de implementar un programa sólido de inteligencia de amenazas no solo protege los activos digitales de una empresa, sino que también contribuye a la resiliencia organizativa en un entorno digital cada vez más desafiante. Para más información, visita: https://metabaseq.online/dialogos-sobre-el-futuro-de-la-ciberseguridad
POR ANAHÍ LIMA
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