Medirse a una selección de mayor jerarquía que Nueva Zelanda ha desnudado el pésimo nivel de los jugadores de un equipo mexicano, que con Javier Aguirre, Rafael Márquez, Pep, Jürgen o quién sea, tendrá en mismo destino rumbo al fracaso debido a que no hay materia prima.
Aguirre por más que digan que es el mejor técnico en la historia del futbol mexicano no es un mago para cambiarlo todo de la noche a la mañana, sobre todo, cuando hablamos de que dirige a los mismos futbolistas que heredaron la mentalidad perdedora de quienes los antecedieron y ya poco hicieron maldita la cosa.
Esta selección puede correr mucho, puede meter la pierna, puede no dar una pelota por pérdida, pero le hace falta el toque de calidad como para pensar en trascender en la siguiente Copa del Mundo. Porque no construye, porque se basa en individualidades que si salen en una buena noche pueden salvar el partido, pero no más.
Y, por supuesto, que los más positivos, esos que siempre quieren ver todo bueno en un equipo como este, dirán todavía falta tiempo para que Aguirre pueda hacer de este equipo funcionar como es justo como un equipo y no solamente con base en las individualidades. Seamos sinceros cómo va a formar un equipo si están los mismos, cómo va a formar un equipo si no hay materia prima y tampoco se están preocupando por desarrollarla.
Por eso también la afición los ha abandonado por eso la pésima entrada en Pasadena y después la pésima entrada en Dallas, de apenas más de 30 mil espectadores cuando es un estadio de 80 mil. Es realmente la manera en que la visión ha comenzado a manifestarse en contra de lo mal que se ha hecho en la Selección Nacional. Ya no los engañan tan fácil ya no regalan sus dólares con cualquier partiducho como los que dio el equipo antes de Lozano o hoy con Aguirre.
La Selección Nacional salió de Dallas abucheada, con la gente en contra y así seguirá durante mucho tiempo porque no se ve cómo pueda levantar. Y es que ni el gran Javier Aguirre podrá revivir a este equipo que está muerto desde hace tiempo, pero que nadie se atreve a decirlo así.
Y está muerto por los directivos, por quienes estuvieron en el cuerpo técnico y por los jugadores, por todos los involucrados que no se han preocupado por tener un mejor nivel en todos los sentidos no solamente en la cancha. Hoy si, los mexicanos en Estados Unidos están hartos de lo que les dan, de las miserias que les entregan por su dinero.
México va sin rumbo hacia su Mundial, México no tiene ni pies ni cabeza en la calle y eso se refleja constantemente. México está triste, está hundido, no tiene alma de equipo qué es lo que está esperando la afición. Y que no nos quieran vender que si no dejan de correr es porque tienen ese espíritu combativo eso es lo que menos les podríamos pedir cuando son profesionales.
Que no nos quieran confundir tener alma de equipo es realmente saber a lo que se está jugando es realmente comprometerse con la gente con la tarea y con lo que se supone y nos han vendido toda la vida defienden como el orgullo nacional. Sin embargo, hoy el orgullo nacional está por los suelos, y ni el gran Javier Aguirre podrá levantarlo.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
MAAZ