COLUMNA INVITADA

La voz de los jóvenes, la última esperanza…

Decir que tenemos lo que nos merecemos es poco; sin embargo, con o sin reforma, hay una esperanza

OPINIÓN

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Juan Luis Montero García / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Juan Luis Montero García / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El día de ayer, 10 de septiembre, el turno al bat correspondió al Senado de la República. Muy probablemente el día de hoy la Reforma Judicial estará muy cerca de ser una realidad: continuará con el procedimiento hasta ser publicada en el Diario Oficial de la Federación, con lo que será vigente y de observancia obligatoria para toda la sociedad.

Sería muy poco probable que el Senado hubiera frenado ayer el proceso; y si así fuere, no sería relevante, ya que la oposición solamente lo consideraría un triunfo sobre un gobierno “dictador”, por parte de quienes nos gobiernan sería un acto que enaltecería la democracia, nada más; al final todo quedaría en los discursos a los que los bandos políticos nos tienen muy acostumbrados.

Creo muy importante destacar que, con o sin reforma, nos demostraron, otra vez, que no hay oposición en este país; que desde hace seis años brilla por su ausencia y decadencia.

Lo vivido el día de ayer nos confirma que nuestro Poder Legislativo también está podrido, que nuestros partidos políticos son la vacilada más grande de quienes nos gobiernan o aspiran a gobernarnos: desencajados buscaban por todos los medios posibles a quien consideraban que podía salvar el país; pero este personaje, Miguel Ángel Yunes Márquez, fue elegido por la bancada que tuvo que mendigar su  “digno” voto.

Es del domino público, desde hace muchos años, la muy cuestionable calidad moral y el reprobable ejercicio del servicio público de la familia Yunes ¿Quién en su sano juicio lo hace senador? Ni el pueblo lo hizo, ya que no ganó por voto popular, y con un segundo lugar hoy ocupa un curul en el Congreso; esto es lamentable.

Ahora bien, no es sólo Acción Nacional quien debe asumir la responsabilidad de lo que, para algunos, es el fin de la democracia en nuestro país y la destrucción del Poder Judicial.

Esto no es causado por la ausencia de un senador: esto es producto de la decadencia de los Poderes de la Unión; sí, del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, causada por las personas que han demeritado las instituciones con sus acciones e intereses personales y de partidos políticos.

Sólo saber que hoy Cuauhtémoc Blanco, Ana María Lomelí, Sergio Mayer, Alito, Beltrones, Lily Téllez, Marko Cortes, Anaya, por decir algunos entre muchos otros, nos muestra que el Congreso de la Unión es una broma en la que descansa la normatividad de nuestro país.

El tráfico de influencias, la corrupción, el nepotismo, la justicia tardía, costosa y solo para unos cuantos, nos muestran la deficiencia de nuestros tribunales, de donde debería brotar la justicia para el pueblo. Y rematamos con quienes han utilizado el poder para enriquecerse y enriquecer a terceros dejando a un lado los valores, principios e intereses de nuestro México: el Ejecutivo; guste o no guste, esto no es de hoy, es nuestra historia.

Dejemos de culpar al menos indicado, la culpa es de todos: una sociedad apática, partidos políticos en estado de putrefacción, oposición ausente, débil y sin estructura.

Decir que tenemos lo que nos merecemos es poco; Sin embargo, con o sin reforma, hay una esperanza “La Voz de los Jóvenes”, quienes deben estructurar su movimiento con unidad, solidez, seriedad y objetividad con miras a renovar absolutamente todo, de manera desinteresada, buscando el bien común y la justicia social. Así lo pienso ¿Y tú?

POR JUAN LUIS MONTERO GARCÍA

ABOGADO PENALISTA

@JUANLUISMONTERO

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