ECOS DE LA CIUDAD

¿Lo hicimos juntos Lía Limón?

Por supuesto, de manera automática se agolpó en mi mente la pregunta ¿Lo hicimos juntos?

OPINIÓN

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Humberto Morgan Colón / Ecos de la ciudad / Opinión El Heraldo de México
Humberto Morgan Colón / Ecos de la ciudad / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

El desaparecido periodista Tomas Mojarro, acuñó una frase icónica para describir lo absurdo, lo patético, el descaro o el irrefrenable cinismo de cierto quehacer político en nuestro país. ¡México! Para leer, entre líneas...

Esta frase vino de súbito a mi memoria, al transitar como lo hago diario por las avenidas y calles de la alcaldía Álvaro Obregón y ver como es costumbre en la administración de la alcaldesa que perdió el Gobierno de la demarcación el pasado 2 de junio, pintas en bardas monumentales y lonas espectaculares, anunciando su tercer informe de labores, cuyo eslogan reza: “Gracias, lo hicimos juntos”.

Por supuesto, de manera automática se agolpó en mi mente la pregunta ¿Lo hicimos juntos? Y vinieron a mi cabeza las frases de desprecio con el alto grado de insolencia que acostumbra tener la alcaldesa con ciertos vecinos que le solicitan gestiones y mejoras para sus comunidades, con los consabidos, “Eso no me toca”, “No hay presupuesto” o el “Vayan a exigirle al Gobierno de Morena”.

También recordé, las quejas por el maltrato de que fueron objeto muchos trabajadores de base, de nómina ocho y las maestras de las Estancias infantiles, que vivían en constante estrés, pues si no asistían a los mítines y eventos políticos de la señora Limón, eran amenazadas con su despido y el retiro de apoyos para sus centros infantiles.

Luego, como si fuera un carrete de aquellos viejos rollos cinematográficos, me inundaron imágenes y testimonios de empresarios, constructores y dueños de comercios de todo tipo, a los que se les extorsionó con clausuras en sus negocios y obras para exigir moches, que como todo indica, sirvieron para pagar una parte de su campaña política.

Esta procesión de imágenes continuo, con los cientos de puestos ambulantes instalados de manera irregular en las calles y avenidas de la alcaldía, que han crecido como hongos a lo largo y ancho de su territorio en el último año. Por si fuese poco, registré al caer en un bache, los cientos de ellos, con los cuales las calles secundarias y terciarias de la demarcación nos recuerdan la pésima administración que tuvimos los obregonenses en el último trienio.

Como podrá observarse de manera categórica, no lo hicimos juntos, porque el Gobierno en Álvaro Obregón se significó por ser una Administración sin pueblo, de oídos sordos, de improvisados servidores públicos, en la que se practicó la corrupción, el maltrato a los trabajadores y a los vecinos. Privilegiando solo al nicho electoral que convenia a la alcaldesa. En las demás zonas, lo que notamos fue un Gobierno ausente, abusivo e ineficiente.

La valoración precisa que hicieron los ciudadanos de esta Administración, tiene un resultado negativo, calificación otorgada en las urnas el pasado proceso electoral. Situación ya anticipada en esta columna, tanto en el mes de enero, como en junio, en sendos artículos, en los que reseñe la costosa actividad electoral adelantada, con la que pretendía lograr la nominación del PAN a la Jefatura de Gobierno.

Pero al no conseguir el nombramiento, la señora Limón, se dio el lujo de tapizar con dinero público, prácticamente todas las calles de la alcaldía Álvaro Obregón con su imagen en lonas espectaculares, pendones imperiales y cientos de bardas monumentales con su nombre, anticipando su reelección.

No conforme con esta irregularidad, inicio una rabiosa actividad para borrar todas las bardas de sus adversarios en la alcaldía, además de vandalizar con grupos de choque la publicidad de sus contrincantes, situación que continuo en plena campaña electoral y por la que se presentaron múltiples quejas.

El abuso y el exceso fue insultante y de pésimo gusto, lo que llamó la atención de diversos periodistas y reporteros que le documentaron un gasto por promoción personalizada que suma un desvío de más de 7 millones de pesos del erario de la Dependencia, solo en ese cortísimo periodo. Pues ya meses atrás, había despilfarrado una millonada más, para dar a conocer su nombre y aspiración al Gobierno capitalino pintando miles de bardas ubicadas en diversas zonas de las 16 alcaldías de la ciudad de México, además de pagar a decenas de influencers y de comprar cientos de pautas publicitarias de variados diarios y programas de radio y de televisión.

Sin importarle estas ilegalidades, ahora resulta, que la alcaldesa en funciones presentó una impugnación por rebase de topes de campaña de su contrincante Javier López Casarín, mismo que a decir de sus abogados, suma 50 mil pesos y con ello, se han afanado en mentir diciendo que el INE va a anular la elección.

Aquí vale la pena recordar un caso similar, la resolución emitida en 2003 por el Tribunal Electoral, en la impugnación presentada por el PRD, al exjefe Delegacional electo en Miguel Hidalgo, Fernando Aboitiz Saro, en el que se le acusaba de un presunto rebase en los topes de gastos de campaña, que no tenía razón de ser, pues el Tribunal resolvió, que no fue determinante para la emisión de los sufragios.

Además es importante no olvidar, que el pasado 31 de agosto, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, confirmo por unanimidad los resultados y la declaración de validez de la elección en Álvaro Obregón, dejando sin sustento las presuntas irregularidades alegadas por el PAN. Con lo cual se prevé, que el supuesto rebase de topes de campaña, no será determinante en la emisión de los 209,156 votos que obtuvo López Casarín, confirmándose su triunfo, tanto en las urnas como en los tribunales.

POR HUMBERTO MORGAN COLÓN

COLABORADOR

@HUMBERTO_MORGAN

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