COMANDO Y CONTROL

Claudia, Kamala y China

Mujeres que tienen mucho en común: ambas profesionistas, nacidas en la primera mitad de los 60 y ambas de izquierda, un entendimiento para ambas naciones

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de México
Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante la quincena pasada, Kamala Harris fortaleció su posición en las encuestas, acercando más la idea de que los gobiernos de ambos vecinos serán próximamente liderados por mujeres que tienen mucho en común. Ambas profesionistas –una científica y otra abogada– contemporáneas nacidas en la primera mitad de los 60 y ambas con una ideología de izquierda, lo que representa una oportunidad de entendimiento para ambas naciones.  

Para clarificar en donde hay objetivos en común y en donde hay divergencias, es interesante, por lo tanto, hacer una prospectiva de las visiones que tendrán ambas administraciones ante asuntos geopolíticos importantes. Un tema cada vez más importante para ambas economías es cómo serán sus relaciones con China. 

Para Estados Unidos, su relación con China se encuentra en una trayectoria con fricciones políticas, económicas y comerciales que corren el riesgo de una colisión militar en el largo plazo.

En su discurso de aceptación de la nominación del Partido Demócrata, Harris definió su postura al anunciar que “será Estados Unidos y no China, quién ganará la competencia en el siglo XXI.” Está claro que Harris continuará con una estrategia dual de disociación comercial y contención de China y lo hará fortaleciendo sus alianzas regionales, específicamente el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral que incluye a Australia, la India y Japón, y la alianza trilateral AUKUS con Australia y Reino Unido. 

La primera tiene como objetivo coordinar las agendas de seguridad de la región, mientras que con AUKUS se busca desarrollar capacidades militares tecnológicas avanzadas como submarinos de propulsión nuclear y tecnologías autónomas, cuánticas, cibernéticas, e hipersónicas. La visión de Harris, por lo tanto, estará centrada en fortalecer el multilateralismo de EU enfocando además un marco de adhesión a los derechos humanos.

Su visión difiere de la de Trump, quien se basaría en una confrontación principalmente unilateral.  Para Claudia Sheinbaum y para México, China representa en teoría una oportunidad de expansión económica y diversificación comercial
China puede ser vista como una opción relativamente nueva y tentadora para balancear las relaciones con EU, una especie de socio incómodo, pero estabilizador, para obtener tecnología y desarrollar proyectos de infraestructura mediante créditos de bajo interés. 

Pero esta idea está muy alejada de la realidad. Si bien el comercio con China ha crecido de manera exponencial, no ha sido de forma balanceada:  por cada 10 dólares que México exporta a China, importa 100, una balanza muy negativa. 

Beijing, por lo tanto, es un mega proveedor de componentes electrónicos a bajo costo, lo que crea una codependencia riesgosa que eventualmente tendrá aristas comerciales, políticos y sociales.  Es una exponencialmente incrementada relación que crea inestabilidad en el mediano y largo plazo

La oportunidad para México en este sexenio está en desarrollar una cadena de proveedores locales que sustituyan las importaciones chinas en un contexto de reglas claras y ahí es donde podrá embonar la cooperación industrial y tecnológica con EU.  

El arribo de visiones relativamente coincidentes y contemporáneas abren una puerta de oportunidad para un mejor entendimiento entre México y Estados Unidos, tanto de cómo avanzar la agenda común de Norteamérica y cómo hacer mejor empleo de sus relaciones con China.

POR IÑIGO GUEVARA
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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