COLUMNA INVITADA

Temas de análisis para una futura reforma electoral

Aquí dejo un listado de, al menos cinco grandes temas que considero deben de ser analizados con toda la seriedad debida

OPINIÓN

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Fernando Diaz Naranjo / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Fernando Diaz Naranjo / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Una vez que terminen los órganos electorales jurisdiccionales de analizar y resolver las controversias que diversos actores políticos presentaron, el próximo órgano legislativo tendrá múltiples tareas pendientes, una de ellas será, sin lugar a duda, analizar oportunidades de mejora para el desarrollo de los procesos electorales.

Aquí dejo un listado de, al menos cinco grandes temas que considero deben de ser analizados con toda la seriedad debida.

 Si bien la reforma constitucional en materia electoral de 2014 por el que se creó el INE y, en comparación con el otrora IFE, el Legislativo le otorgó más de 70 nuevas atribuciones, sería conveniente revisar algunas de estas facultades, por ejemplo, la que dota al Consejo General del INE de designar y remover a las y los consejeros de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), creo que bien podría analizarse dejar esta función a un Consejo Académico integrado por varias universidades en colaboración con el INE.  Asimismo, otros temas necesitan un análisis más profundo: la fiscalización de los recursos de los actores políticos que participan en elecciones federales y locales, etcétera.

Es impostergable modificar las normas que correspondan para que las distintas autoridades proporcionen información al INE para la consecución de sus objetivos, por ejemplo, el de la fiscalización de los recursos públicos que utilizan personas candidatas e institutos políticos.

Un tema de la mayor envergadura es la maximización de los derechos de las personas, en particular, me refiero a las acciones afirmativas en donde el Legislativo bien podría analizar el tema con el objetivo de contar con un mayor número de personas en el Congreso de la Unión, me refiero a las personas migrantes, afrodescendientes, de la diversidad sexual, población indígena y con alguna discapacidad. 

Sería importante que el legislativo conozca las bondades de la votación electrónica, ya sea a través de urnas electrónicas y del voto por internet para que este proyecto reciba el beneplácito legislativo, por un lado, y por el otro, el presupuesto necesario para llevarlo a cabo.  En el caso particular del voto por internet este mecanismo es usado ya como una de las tres opciones que tienen las y los mexicanos para emitir su sufragio desde el exterior.  Lo ideal es que se pueda instrumentar al interior de la República mexicana.

El debate relacionado con la participación ciudadana ha estado latente en un sinnúmero de foros con el objetivo de buscar opciones para incrementarla. Así, por ejemplo, en la elección presidencial del 2 de junio pasado se registró una participación del 61.04% que, dicho de otra manera, casi el 39% de las y los mexicanos no asistieron a las urnas.  De hecho, la participación ciudadana registrada de 1994 a este 2024 -que en total son 6 elecciones presidenciales-, se ha obtenido una media de participación del 64.55%.  Asimismo, las elecciones que menor participación ciudadana han registrado fue la de 2006 con un 58.6% y ésta, la de 2024.  Por ello, el Legislativo bien podría pensar en diversas alternativas para incrementar dicha participación, en especial de las y los jóvenes que, en un rango de los 19 a los 29 años son los que menos participan.

Existen varios temas más que deberán ser analizados por el Legislativo en materia electoral como los relativos a verificar que, con la institucionalización de la “Paridad en Todo” las instancias de los gobiernos en sus tres niveles, en los órganos autónomos y en los sistemas normativos, cumplan con esta disposición; la permanencia obligada, desde mi perspectiva, de los OPLE; sanciones más severas para quienes cometan violencia política contra las mujeres en razón de género, entre otras.

La intención es contar con una norma que potencie los derechos políticos y electorales de las personas, que las autoridades electorales administrativas cuenten con mayores herramientas para cumplir sus obligaciones legales y, en un mediano plazo, la optimización de recursos con la utilización de sistemas electrónicos de votación.

El próximo órgano legislativo tendrá la última palabra.

POR FERNANDO DÍAZ NARANJO  

COLABORADOR

PAL

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