Lo ocurrido el pasado domingo en la Asamblea del PRI a nivel nacional era algo esperado, la modificación de estatutos para permitir la reelección en la dirigencia de ese partido, hoy el PRI ha cambiado su esencia gracias a la ambición de poder de Alejandro Moreno, ambición que podría llevarlo a tener el cargo como Presidente del PRI por 8 años más.
Muy distinto hubiera sido, y tal vez menos cuestionable, si llegando al Senado Alejandro Moreno siguiera con el control del PRI, pero a través de algún perfil cercano como Pablo Ángulo o Rubén Moreira, pero no, decidió ser él y solo él, quien siga tomando las decisiones, teniendo de su lado al Consejo Político Nacional nombrado por el, dirigentes estatales nombrados por el y delegados seguramente palomeados por él, como fue el caso de Jalisco, donde algunas voces reclamaron que perfiles como Ramiro Hernández no fuera contemplado, a pesar de todo lo que hoy se pueda decir y aunque varios grupos estén en contra de las decisiones de Alito, durante años no hicieron nada para cambiar las cosas.
Hoy muchos priístas y exdirigentes como Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones o Dulce María Sauri levantaron la voz, y otros como el Ex Presidente del PRI Jalisco, José Socorro Velázquez, quien fuera un hombre cercano a Don Javier García Paniagua y que renunció a su militancia el día 8 de julio, algunos solamente fueron ignorados, pero otros, fueron atacados por su dirigente nacional, quien los acusó de algunos hechos mientras fueron dirigentes o mientras fueron gobernadores, pero hechos que son parte de un pasado y que solamente con ayuda del gobierno federal podría revivir para tratar de reprimir la postura de perfiles como ellos, además de si tener la posibilidad de expulsarlos del Partido, considerando que tiene un control absoluto.
Hablar del Pemex Gate o del Caso Colosio, solo deja claro que Alito va por todo y por todos, incluidos perfiles que tienen un peso dentro del priísmo a nivel nacional, pero además, va por el control total del Partido y el manejo de sus recursos, pero hay que hacer la aclaración, no es algo nuevo, desde su llegada a la dirigencia en 2019 operó de forma magistral ganando la elección y rebasando a muchos otros perfiles, sin que se dieran cuenta, lo que hoy muchos le cuestionan son sus formas y los resultados desde que llegó a la dirigencia nacional del PRI, que en los últimos años ha perdido casi todas las gubernaturas y escaños en las Cámaras.
Hoy se esperaría que el PRI tenga un sentido de autocrítica ante los resultados, pero cuando la misma dirigencia los cataloga como buenos, es muy complicado que se den cuenta del error que están cometiendo, ahora nos tenemos que hacer varias preguntas: ¿Qué harán esos personajes que están en contra de Alito? ¿Se van o se quedan y pelean legalmente el Partido? ¿Se unen y forman un nuevo grupo político, sabiendo que en 2027 tendrían que competir solos? ¿Quién será ese personaje que los pueda unir y agrupar para buscar la forma de retomar el control del partido?
Muchos hablan del final del PRI, pero recordemos que eso mismo se dijo en el año 2000 cuando perdieron la presidencia, pero el PRI mientras tenga recursos y perfiles posiblemente sigan administrando derrotas como en los últimos procesos electorales.
Ahora habrá que estar atentos al conflicto de Alejandro Moreno y sus declaraciones contra Manlio Fabio Beltrones, recordemos que estarán ambos en el Senado de la República como compañeros de bancada y sin duda, Manlio Fabio no será el Coordinador, pero hay perfiles que con la experiencia que tienen, el cargo sale sobrando y puede tener más capacidad para operar políticamente.
Sin duda, esto apenas comienza y desde el Senado se escribirá parte de esta novela entre 2 personajes con gran capacidad política, aunque con mucha diferencia en experiencia, trayectoria y capacidad política.
.POR: JOSÉ ALFREDO CEJA RODRÍGUEZ.
ACADÉMICO UNIVERSIDAD PANAMERICANA.
@ALFREDOCEJAR
PAL