COLUMNA INVITADA

Atentado a Donald Trump: entre profecías, efectos, similitudes y polarización 2ª. Parte

Los atentados en contra de Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Martin Luther King Jr., Ronald Reagan y Donald Trump

OPINIÓN

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Hugo Eric Flores / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Hugo Eric Flores / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La semana pasada, en este mismo espacio, describí los efectos sociales, políticos y económicos que han acontecido en los Estados Unidos de América después de los magno atentados a personajes de la vida política del vecino país del norte. En esta ocasión describiré las consecuencias en materia de seguridad y la intervención de los medios de comunicación y sus efectos en la opinión pública. Terminaré esta serie la próxima semana analizando los efectos culturales, el impacto en la agenda internacional y en materia religiosa,  esta última, sobre todo en Estados Unidos. No tengo duda que los  eventos mencionados marcaron un antes y un después en la política norteamericana y posiblemente del mundo. 

Los atentados en contra de Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Martin Luther King Jr., Ronald Reagan y Donald Trump tuvieron consecuencias importantes en materia de seguridad sobre todo por la forma en que se protege y se percibe la figura presidencial. Con Lincoln se creó el Servicio Secreto tal y como lo conocemos hoy, antes de esta fecha su función era combatir la falsificación de la moneda. Es hasta principios del siglo pasado, el XX, cuando el Servicio Secreto (SS) asumió formal y legalmente la protección del presidente y del vicepresidente, sin embargo, desde el asesinato de Lincoln ya cumplía con esa tarea. 

El Comité Warren que investigó el asesinato de Kennedy recomendó del uso de vehículos blindados y la era tecnológica llego a los servicios de inteligencia con  protocolos muy estrictos. Este Comité tuvo una incidencia muy importante en lo que hoy son los procedimientos de inteligencia respecto a la seguridad del presidente y su familia. Poco tiempo después con el magnicidio del Dr. King la protección para personajes públicos también se incrementó, en aquellos momentos a líderes prominentes del movimiento de derechos civiles. Incluso otro de los efectos fue la promulgación de leyes donde se determina que personajes pueden ser objeto de cuidado por parte de la SS por ser considerados como asunto de seguridad nacional y, por lo tanto, gozar de la protección de fuerzas federales o estatales, según sea su cargo público. 

Con el atentado contra Reagan se modificaron las leyes de armas de fuego, la famosa Ley Brady de 1993 que restringió la compra, el periodo de espera y la verificación de los antecedentes de compradores que antes no existía. No hay duda que a pesar de la negativa permanente de los republicanos, el reciente atentado contra Trump reabrirá este debate nacional de gran importancia también para México. 

Muchas preguntas flotan en el aire sobre el último atentado de hace unas semanas a Donald Trump. Nadie ha disipado las dudas sobre si el abatido tirador actuó solo y cual fue el móvil verdadero del atentado. Lo cierto, es que la falla en el sistema de seguridad y protección del SS es un hecho consumado. Esos disparos nunca tuvieron que haber salido, es más, el frustrado asesino nunca debió haber llegado a esa azotea y colocarse en posición de francotirador como lo hizo. No hay duda que como en todos los demás atentados surgirán teorías de la conspiración que después serán llevadas a Netflix o a la pantalla grande. Una especialidad norteamericana ante sucesos históricos tan importantes. Por lo pronto, la primera funcionaria del aparato de custodia presidencial, Kimberly Cheatle directora del SS, ya renunció por las fallas de seguridad en el atentado contra Trump.

El impacto mediático de los asesinatos presidenciales en Estados Unidos han construido una cultura muy especial, yo diría única, que va desde lo más trascendente y reflexivo hasta lo más morboso y sin sentido. Por ejemplo, el asesino de Lincoln, John Wilkes Booth, se volvió una celebridad, para algunos un héroe. El impacto periodístico considerando los tiempos no tuvo parangón no solo a nivel nacional, sino internacional. Por otro lado, fue tanto el impacto en la memoria estadounidense que hoy la imagen y la figura de Lincoln es comparada a la de los “Padres Fundadores” de esa nación. No hay duda que la influencia de los medios de aquel tiempo pero también de los actuales han hecho de Lincoln a un mártir, a un héroe nacional.

Sin duda el asesinato de Kennedy cambió el mundo de las noticias, al ser prácticamente difundido en tiempo real. Una de las comisiones nombradas por el Congreso de los Estados Unidos más mediáticas fue la  Comisión  Warren, la encargada de investigar el magnicidio contra Kennedy. Todas las teorías de la conspiración y controversias en torno a la investigación de esta Comisión, contribuyeron a un creciente escepticismo y desconfianza hacia el gobierno y sus investigaciones. Pero destaca que con el seguimiento a los trabajos de la mencionada Comisión, los medios adquirieron un poder sin precedentes a raíz de este lamentable suceso. 

Seguido de los asesinatos del Dr. King y después de Robert Kennedy, la historia de la televisión estadounidense siguiendo noticias políticas cambió para siempre la manera de hacer periodismo. No solo dar noticias en tiempo real, darle seguimiento a la noticia, sino las posteriores investigaciones periodísticas y los segmentos de análisis político se volvieron una tradición en los medios de comunicación masiva. La competencia se hizo feroz y grandes emporios televisivos y de prensa escrita adquirieron una notable responsabilidad pública. A partir de ahí, se haría historia con cada nota, la inmediatez, el alcance y la cobertura extensa, insisto, cambiaron la manera de hacer periodismo construyendo una cultura mediática muy particular que ha tenido repercusiones mundiales. 

Siempre copiada, jamás igualada, esa cobertura mediática no tuvo precedente. Las imágenes, fotografías y videos del asesinato en las calles de Dallas tuvieron un impacto emocional y visual profundo, que perduran en la memoria colectiva de la sociedad norteamericana. Las imágenes de Jackie Kennedy y sus hijos montando guardia en los funerales del presidente caído, el pequeño John saludando militarmente el ataúd de su padre, nunca se borraran de la historia de la TV y de los titulares de los periódicos. Unos años después sucedió lo mismo con el ataúd donde la imagen tranquila y apacible del campeón de la no violencia, el Dr. King, perduraron para siempre en el imaginario colectivo. No hay duda, la mundialización de las noticias transmitidas por los medios de comunicación masiva fueron parte primordial de la cultura política que la humanidad ha construido.

El atentado contra Reagan fue cubierto también en tiempo real, desde el mismo momento que aconteció. Rápidamente fue transmitida la noticia que el Presidente había sobrevivido dando tranquilidad a la nación y a los mercados financieros. Otro aspecto importante es el seguimiento que la prensa da a los perpetradores. En este caso, John Hinckley contaba una historia inverosímil de amor hacia una actriz que no ha sido desmentida, al final, los medios se encargaron de volverla verdad. Al parecer nunca sabremos el verdadero móvil del atacante, pues también la opinión pública se desvió a la acción oportuna de los miembros del SS que salvaron la vida de Reagan. Al final, como ya se dijo, el atentado provocó una oleada de simpatía y apoyo público hacia el presidente. La imagen de Reagan herido pero con buen humor en una cama de hospital fortaleció su popularidad, y eso fue otra vez cubierto por los medios que hacían todo los esfuerzos no solo para ganar la nota sino sobre todo para influir en el desarrollo de la noticia. Al final, ya era un tema de rating y, desde luego, del juego del poder empresarial y político.

Con Trump, la reacciones han sido mixtas debido al clima de polarización que se vive pues su retórica incendiaria sigue siendo cubierta por sus medios favoritos. La novedad es que este atentado se da en tiempos de redes sociales donde su impacto parece ya haber rebasado a los medios de comunicación tradicionales.  No solo se cubre en tiempo real, y las actualizaciones del desarrollo de la noticia son muy rápidas, grabados con teléfonos celulares las noticias son difundidas todavía con mayor velocidad. 

Otro de los grandes cambios es la influencia sobre la opinión pública. Las redes sociales son un foro donde todo el mundo, y ahora sí literal todo el mundo, opina muchas veces hasta con poca información. La polarización de los medios de  comunicación tradicionales que muestran diferentes narrativas y enfoques según sus inclinaciones políticas claramente sigue existiendo, pero no tiene la influencia de hace unas décadas. Un buen ejemplo es que rápidamente se propagan por las redes sociales diferentes versiones que llevan a los usuarios a conclusiones rápidas. Elon Musk dueño de X, antes Twiter, fue uno de los primeros en preguntarse sobre la eficiencia del SS en el atentado contra Trump volviéndose viral instantáneamente a nivel mundial. No hay duda que la cobertura de este atentado también fue diferente, son los tiempos tecnológicos que nos ha tocado vivir.

La seguridad y la cobertura mediática han cambiado por el desarrollo de la tecnología. Ojalá que este nuevo atentado contra una figura tan relevante impulse el pospuesto debate de las armas. La necesidad de hacer más rígidas las políticas de control de armas y su importación ilegal tiene una consecuencia directa en nuestro país. No hay duda que en la revisión del Tratado Comercial para América del Norte este tema debe ser prioritario para nuestro país, pues aquí con el gran negocio de las armas y su tráfico ilegal mueren miles y miles de mexicanos cada año. Esa y no otra es la realidad de la blanda legislación norteamericana sobre este tema. El gobierno de Claudia Sheinbaum y su próximo secretario de economía Marcelo Ebrard, quien además es un conocedor del tema, deben ponerlo como prioridad sobre todo ante el ego y la soberbia trumpista. (Continuará) 

Hugo Eric Flores 

Presidente del PES Morelos

@hugoericflores

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