Edmund Burke fue un político, escritor y filósofo, conocido como el padre del conservadurismo británico, fue el mayor crítico del proceso que dio lugar a la Revolución francesa. Se posicionó como un férreo defensor del libre mercado, pero no así de la libertad individual, pues ponía énfasis en la importancia que tenía la tradición y la religión.
Es un referente histórico del conservadurismo, aunque en épocas posteriores y contemporáneas su visión se ha radicalizado y convertido en posturas antipopulares en todo el mundo.
Fue un férreo opositor a los ideales de la revolución francesa, él argumentaba que la libertad tenía que venir de un proceso ordenado que debía emanar de la costumbre y la tradición. Consideró a la revolución francesa como un cambio demasiado radical que no iba funcionar.
El conservadurismo es un concepto político, económico y social que defiende el mantenimiento del statu quo, la costumbre y sus tradiciones, vinculado también con las formas de gobierno como la monarquía y la aristocracia, de los cuales, según Aristóteles, surgen sus degeneraciones corruptas que son el de tiranía y el de oligarquía.
Los ideales de la Revolución francesa fueron la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, el reconocimiento del pueblo como fuente del poder, en contra de la monarquía y los privilegios del clero y la nobleza; para dar paso a las repúblicas democráticas, en virtud de ello, “el conservadurismo” no es un concepto contemporáneo, y se refiere la inamovilidad de tendencias políticas, económicas y sociales, desde el marco jurídico, su relación con el capital nacional y extranjero, hasta lo que en México fue el entreguismo y la preferencia de lo extranjero sobre lo nacional.
El progresismo, contrario sensu, es una doctrina política y social que prioriza el desarrollo del Estado de bienestar, la defensa de los derechos civiles, la democracia, la distribución justa y equitativa de la riqueza, y la tendencia permanente a la transformación, que es la evolución histórica de las instituciones públicas desde los marcos jurídicos para alcanzar los fines que son precisamente, en buena parte, los ideales de la revolución francesa.
La Revolución Francesa trajo consigo la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, principal antecedente de lo que ahora conocemos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que constituye la esencia de todas las constituciones de los países democráticos de occidente.
El Humanismo Mexicano, como concepto político, económico y social, debe desarrollarse para un mejor entendimiento, así como las doctrinas y conceptos antes mencionados, pues desde un enfoque artístico ya podemos encontrar trabajo intelectual que explique su significado.
El Conservadurismo a nivel mundial se encuentra en la peor sequía de la historia mundial, 11 países en América Latina eligieron gobiernos progresistas, en donde los que encabezan son México con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Presidenta electa la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, y Brasil con Lula da Silva, y con la excepción del Perú donde ganó el progresismo eligiendo a Pedro Castillo, sin embargo, con un ilegal golpe de Estado ascendió al poder Dina Boluarte. Por parte del conservadurismo, el ejemplo más visible y lamentable es Javier Milei en Argentina.
En los países progresistas se ha entendido que el capitalismo voraz y destructivo no ha hecho más que ampliar las brechas de desigualdad, violando flagrantemente los derechos humanos y dejando fuera al gran grueso de su población del desarrollo humano que es y debe ser para todas y todos; por eso en México se ratificó la voluntad popular el 2 de junio eligiendo, además, a la primera mujer Presidenta Dra. Claudia Sheinbaum, es una confirmación de que las luchas históricas son la ruta para las siguientes generaciones donde los jóvenes deben enarbolar las banderas contra el conservadurismo para garantizar a nuestros descendientes una vida plena, con felicidad y amplio bienestar.
POR RICARDO PERALTA
COLABORADOR
@RICAR_PERALTA
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