TRES EN RAYA

El huachicol bajo control, otro de esos mitos geniales

En ‘el país de los otros datos’ se dice desde hace años que ya se terminó con la práctica del huachicol

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México
Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En ‘el país de los otros datos’ se dice desde hace años que ya se terminó con la práctica del huachicol. Es chocante tener que contradecir a AMLO (de verdad yo preferiría no tener que hacerlo), pero el huachicol continúa vivito y coleando en México.

De acuerdo a la información que reporta Petróleos Mexicanos, las tomas ilegales para extraer hidrocarburos se incrementaron en un 123% a partir del inicio de este sexenio, en comparación con el promedio durante la administración pasada. Es más, el mismo

Pemex señala que el inquilino de Palacio está equivocado, y reporta que el delito del huachicol aumentó en un 97% específicamente de diciembre de 2018 a mayo de este año. Esos son los datos duros.

Apenas iniciado el sexenio de López Obrador ya se nos decía que el combate al huachicol era un hecho, y que la victoria era absoluta. Ahora López Obrador señala que se han ahorrado 330 mil millones de pesos por combatir este ilícito. ¿Cómo es esto si hoy hay más huachicol que lo que hace seis años?

Lástima que sea hasta pasadas las elecciones que se cuenta con datos oficiales — y, mismo eso, escasos— que podemos constatar —la sospecha ya existía— de que, por lo que a este tema de refiere, se trató de un buen discurso que no pasó más allá de eso, de un discurso.

Desde la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, en enero de 2019, se demostró que el huachicol no estaba controlado. La gente se bañaba en los hidrocarburos, mientras los soldados observaban atónitos con la orden de no hacer nada a los pobladores. 137 muertos fue el fatídico resultado de los piquetes que se hicieron a los ductos para obtener huachicol. Muy recientemente, empezó hace unos seis meses, en la Ciudad de México vecinos de algunas colonias se quejan de olores a gas y gasolina, temiendo por su salud y su seguridad. Solo dos ejemplos de cientos.

La terca realidad de todo el sexenio que casi concluye se ha empeñado en mostrar que no se ha hecho nada para disminuir el huachicol, o que lo que se ha intentado no ha sido efectivo. O quizá, sin excluir lo anterior, haya contubernio entre gobernantes y delincuentes. Después de todo, las ganancias que este delito deja son estratosféricas.

Esta semana se encontró en el Estado de México un túnel para sustraer huachicol. El que tenga casi 85 metros de largo por un metro de ancho y a tres metros de profundidad, da una idea de lo mucho que robaban para tener ese tipo de ingeniería. Ganancias de criminales, pérdidas de todos nosotros. ¿Al amparo del poder?

¿Cuánto le cuesta a Pemex el huachicol? Tan solo el año pasado, la empresa del Estado gastó 529 millones de pesos en sellar tomas clandestinas. Se le deben sumar 18.17 millones de pesos DIARIOS por la ordeña. Esto es más de 6,632 MILLONES de pesos al año.

Entonces queda la duda de si no habrá también desidia por parte de las autoridades. Total, si Pemex ya está de por sí quebrado, ¿para qué molestarse en ahorrarle una sangría a través de los ductos picados?

Pemex enfrenta además, un retraso en el pago a sus proveedores. Hasta abril de este año, las facturas pendientes alcanzan los 148 mil 280 millones de pesos. ¿Cuándo se pagarán? El director de Pemex dice que en agosto… A lo anterior, la empresa cerrará el año con una deuda financiera superior a los 94,500 millones de DÓLARES; es la empresa petrolera más endeudada del mundo.

Para terminarla de amolar, Pemex produce y refina menos que hace seis años.

Que el huachicol esté bajo control es una mentira que la Cuarta Transformación viene arrastrando como tantas otras. El país sigue siendo lastimado por sus autoridades y muchos de los contribuyentes estamos hartos.

Tres en raya

  • Pemex asegura que “Dos Bocas” ya podrá producir/refinar en agosto. Olvidaron decir agosto de qué año.
  • El apoyar a Pemex y a CFE para que no quiebren (técnicamente Pemex está quebrado, pero se sabe que tiene al Estado que se haría cargo de sus deudas externas), costará al menos el 1% del PIB nacional. Con ese dinero se podrían cubrir necesidades urgentes de la población como tratar de recuperar cierta normalidad en el esquema de vacunación de infantes.
  • No tenemos energía eléctrica más barata. Es subsidiada, lo que significa que los ciudadanos la estamos pagando de otra forma, sea vía impuestos o deuda.
  • Los hoyos financieros de Pemex y de CFE aportan un alto grado de incertidumbre y carga económica a las finanzas nacionales ¿Algún responsable de la pésima administración de ambas empresas está tras las rejas?

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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