En una sociedad con un sistema democrático como el nuestro, la participación ciudadana es indispensable en la legitimidad del propio sistema y, con ello, de las normas instituidas tanto en la Constitución como en las leyes; en la construcción y fortalecimiento de sus autoridades, de sus instituciones, y de los mecanismos que involucran a la sociedad en la toma de decisiones que las involucran directamente.
En nuestro país, existen diversos mecanismos de participación ciudadana, el principal está relacionado el derecho que tienen las y los ciudadanos de votar y ser votados. Con ello, la ciudadanía tiene la libre elección de ejercer su voto por las personas candidatas que considere más aptas para que satisfagan sus necesidades y requerimientos.
En este sentido, entre mayor es el número de personas votantes mayor legitimidad otorgan al proceso electoral respectivo, de lo contrario, y si se presenta un alto abstencionismo esto puede significar apatía, desencanto, rechazo, inconformidad, entre otras consideraciones, al sistema mismo, a las normas de participación ciudadana, a la credibilidad de las instituciones partidistas, al gobierno, a las personas candidatas o las instituciones electorales.
Además de las elecciones, contamos con otros mecanismos que involucran a la ciudadanía, como la observación electoral, ejercicio creado para que las y los ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil observen el desarrollo e integridad de los procesos electivos en nuestro país.
El Referéndum, en donde la ciudadanía vota para aprobar o rechazar una ley o decisión gubernamental específica.
La Iniciativa Popular en el cual la ciudadanía puede proponer la creación, modificación o derogación de una ley; el Plebiscito que es utilizado para consultarle a la población sobre diversos aspectos relacionados con políticas generales; la Consulta Ciudadana para que la población emita su opinión sobre tema de interés público, con carácter vinculante si se alcanza un determinado porcentaje de participación que ni siquiera es requerido en las elecciones constitucionales.
Encontramos de igual forma la Revocación de Mandato donde la ciudadanía puede decidir si un funcionario electo debe ser ratificado o destituido de su cargo según su labor realizada o el parecer de la población.
Audiencias públicas que son reuniones en la que la población manifiesta su sentir sobre proyectos o políticas públicas determinadas; el Presupuesto Participativo, en el que la gente electora emite su opinión sobre la asignación de recursos públicos en su comunidad.
Consejos de participación ciudadana, constituidos como órganos consultivos que van de la mano con la autoridad para definir aspectos de política pública, medio ambiente, seguridad, entre otros.
Foros de diálogo, parlamentos abiertos, mesas de análisis, entre otros nombres que son espacios para escuchar a especialistas, a funcionarias y funcionarios públicos, a académicos, así como a la población en general que pretende ser escuchada para que sus opiniones, sobre modificaciones a diversas disposiciones normativas sean tomadas en cuenta.
Dicho lo anterior, a simple vista parecería que contamos con múltiples ejercicios para que la ciudadanía se manifieste y sus opiniones tomadas en cuenta. Sin embargo, la realidad es otra.
Por ejemplo, una auténtica participación ciudadana sería que el partido político que gano de manera contundente las pasadas elecciones, para los cambios constitucionales y legales que pretende, debe escuchar a los que saben, hacer partícipe al mayor núcleo representativo de la población para que le dé la legitimidad que es requerida, sobre todo que la mayoría de la población desconoce dichos cambios legales.
Entendiendo que la presente y futura administración son voluntad del pueblo y son un gobierno de izquierda que se caracteriza por ser cercana a la población, con mucho mayor razón.
La participación de la ciudadanía debe estar en donde se le involucre indirecta o directamente; entre mayor participación se tenga de la ciudadanía y de diversos actores, más transparente, pulcro y definitorio serán todos los actos de gobierno.
Recordemos que, como lo establece nuestra Constitución, la democracia es una condición que solo se alcanza a través del respeto a los derechos fundamentales en un Estado de Derecho, por ello, la democracia es un sistema en el que el poder político emana del pueblo (la ciudadanía).
POR FERNANDO DÍAZ NARANJO
COLABORADOR
PAL