COLUMNA INVITADA

La propaganda política [II]

El periodista Carlos Denegri quien cubrió la campaña presidencial del priista Adolfo López Mateos

OPINIÓN

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Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El periodista Carlos Denegri quien cubrió la campaña presidencial del priista Adolfo López Mateos (ALM) para el diario Excélsior plasmó su experiencia en el libro 29 estados de ánimo, autor de la columna Fichero Político en el diario antes mencionado.

En su crónica de la visita al Valle del Mezquital, enclavado en el estado de Hidalgo, observa “Otros, como los doctores Antonio Martínez Marantou, Ramón Hernández, Hutiquio Vázquez, se dedican a una labor plausible, silenciosa, entre la muchedumbre campesina y humilde principalmente, repartiendo un folleto de medicina popular admirablemente práctico. Lo venían haciendo desde el sureste. Propaganda inteligente, distinta, práctica”.

Asimismo, la comitiva de ALM obsequiaba en los mítines una cajetilla de cigarros Delicados, con los que la Tabacalera Mexicana se sumaba a la figura del aspirante tricolor.

Escribe don Eulalio Ferrer Rodríguez en su libro De la lucha de clases a la lucha de frases, El País/Aguilar 1992, “La propaganda hereda a la publicidad los mecanismos apelativos de las frases hechas y la influencia adjetiva de la exageración…las dos ofrecen felicidad generosamente y caminan, entre emblemas y lemas, sobre el borde resbaladizo de las medias verdades”.

El entonces candidato a la presidencia de la República del PRI, Ernesto Zedillo, en su proselitismo electoral por el Estadio Azteca, llevaba en su mano un vaso de plástico con líquido, los reporteros le preguntaron si era cerveza, a lo que el ex secretario de Educación Pública, contestó, no, es Sidral, lo anterior viene a cuenta, pues en su campaña, el tricolor obsequiaba en los mítines refrescos con líquidos verde, blanco y rojo; la imagen del abanderado priista; Ernesto Zedillo BIENESTAR PARA TU FAMILIA 1994-2000.

El mundo de objetos regalados en las campañas electorales, van desde reglas, vasos, boletos para entradas a corridas de toros, tarjetas telefónicas, llaveros, relojes, boletos de camión con la efigie de Miguel Alemán, encendedores, cachuchas, cuadernos, botones,  estos últimos tienen su origen, de acuerdo al Museo del Objeto, ubicado en la calle de Colima 145, “… en los camafeos, esas pequeñas joyas decimonónicas en las que la gente portaba los retratos de sus seres queridos en la cartera o, literalmente, adheridos al cuerpo. Los políticos han utilizado este recurso para difundir su imagen desde el siglo XIX y, junto con los mítines en plazas públicas y los carteles, son de los pocos medios de propaganda electoral que han sobrevivido por más de cien años y que persisten en la era digital”.

En su Talacha periodística, Vicente Leñero, retrata un mitin del presidente Luis Echeverría en el zócalo, “gracias a esas cuantas nubes que convierten en inútiles las viseras y las tres naranjas que los de Recursos Hidráulicos recibieron en una bolsita de plástico, donde viene también un sandgüichito de jamón y un boing de uva…y las tres naranjas”.

El periodista Carlos Denegri, observó, “…por debajo de los letreros de esta campaña se leían los letreros de la campaña anterior. Y aún por debajo de estos últimos, los de la campaña hacía doce años…Como un testimonio y también como un reproche”   

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ