Demasiados triunfos de Morena. Lo ganaron prácticamente todo. El partido del presidente es una máquina de ganar elecciones. En 2015 participaron electoralmente por primera vez; poco después ganaron su primera gubernatura. Unos cuantos años más tarde, a menos de 10 de ser partido, la 4T será gobierno en 24 de 32 entidades.
La contundente victoria de Claudia Sheinbaum no acepta regateos; será la presidenta más votada en la historia con casi 36 millones de votos. No se le puede restar mérito a quien obtuvo casi 60% del total de sufragios, ganando 2 a 1 a su más cercana -es un decir- rival, por 32% de distancia.
Pero hay otro gran triunfo: el de la CDMX. En algún momento de la campaña se pensó que la elección capitalina se había cerrado y Santiago Taboada podía ganarla, pero no sucedió. Ni cerca quedó.
La victoria resultó un golpe de autoridad de la 4T. La capital fue ganada de manera categórica por Clara Brugada. No hay por qué escatimar lo que está a la vista de quién quiera ver: más de 2 millones 700 mil votos, frente a los poco más de 2 millones de la alianza PAN-PRI-PRD. Una diferencia de casi 700 mil votos; arriba de 12% de distancia.
La victoria es avasalladora. Clara ganó por doble dígito y junto con ella, la dirigencia de Morena encabezada por Sebastian Ramírez recuperó varios territorios y no perdió uno solo de los que estaban en su poder. Refrendó el triunfo en Iztapalapa, GAM, Tláhuac, Xochimilco, Venustiano Carranza, Milpa Alta e Iztacalco, pero además ganó cuatro nuevas alcaldías.
Álvaro Obregón, que se convirtió en la mayor derrota para la oposición en alcaldías, pues solo detrás de Iztapalapa y GAM, es la que concentra más población en la Ciudad. Javier López Casarín sorprendió a propios y extraños y venció a Lía Limón.
Además, la 4T obtuvo el triunfo en La Magdalena Contreras, con quien ya había gobernado ese territorio y demostró que lo conoce, Fernando Mercado, Tlalpan con Gaby Osorio y Azcapotzalco con Nancy Núñez.
El recuento total es contundente: ganaron 11 de 16 alcaldías, dejando a la oposición solo Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán y Cuajimalpa. En alcaldías, la 4T gobernará territorios donde habita más del 70% de los capitalinos.
La CDMX, bastión de la izquierda, era imperdible. Ahí gobernó AMLO y desde ahí construyó su primera candidatura a la Presidencia, y Sheinbaum venía de hacer un gobierno largamente presumido en campaña, que la llevó a ganar la elección presidencial. Perder la capital no era opción. Por eso el triunfo es simbólico. Y por eso esa victoria podría colocar a Brugada en la antesala de otra carrera. Pero primero lo primero.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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