Las evaluaciones PISA han sido una herramienta importante para medir tendencias educativas y establecer comparaciones confiables en el concierto internacional. Tradicionalmente, los instrumentos se han enfocado en áreas como lectura, matemáticas y ciencias. Sin embargo, en su tercer volumen de resultados para la aplicación del 2022, se ha introducido la evaluación del pensamiento creativo, una dimensión crucial para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
El nuevo instrumento evalúa la capacidad de estudiantes de 15 años para poner en práctica su pensamiento creativo. Este se define como la capacidad de crear, analizar, y mejorar ideas sobre distintos desafíos. Los resultados permiten valorar si sus sistemas educativos están preparando a sus alumnos para un pensamiento innovador y adaptable a distintas tareas.
La evaluación considera tres procesos cognitivos: generar ideas diversas, generar ideas creativas y evaluar y mejorar ideas, a través de la escritura creativa, expresión visual, resolución de problemas científicos y sociales.
A nivel global, se aprecia que los sistemas educativos de mejores resultados en las evaluaciones de matemáticas, lectura y ciencia también destacan en el dominio del pensamiento creativo. Singapur, Corea, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Estonia y Finlandia superan significativamente el promedio de la OCDE de 32,7 puntos. La brecha entre estos países y los de peores resultados es de 28 puntos. En promedio, uno de cada dos estudiantes en países OCDE puede alcanzar los niveles más altos de pensamiento creativo que incluye la evaluación.
Los resultados también muestran un alto nivel de actitudes y mentalidades positivas de los estudiantes hacia su aprendizaje. Aproximadamente 8 de cada 10 creen que es posible ser creativo en cualquier materia. Y aquellos con creencias positivas sobre la creatividad obtuvieron 3 puntos más en pensamiento creativo.
En cuanto a brechas de género, las niñas superaron con 3 puntos a los niños en pensamiento creativo, en todos los países de la OCDE. Y en cuanto a brechas socioeconómicas, los estudiantes de mayor estatus socioeconómico obtuvieron mejores resultados en pensamiento creativo, con una diferencia promedio de 9,5 puntos a favor.
En México, el desempeño de los estudiantes fue de 4.6 puntos más en creatividad que su nivel de logro en matemáticas. Aunque se trata de un rendimiento bajo en comparación con otros países, los estudiantes mexicanos destacaron especialmente en el dominio de la expresión visual, donde los obtuvieron una ventaja significativa sobre el promedio de la OCDE.
En cuánto a las diferencias de géneros, en México se encontraron diferencias significativas que favorecen el pensamiento creativo de niños sobre el de niñas. Esto contrasta con la tendencia global descrita anteriormente. Además, los estudiantes en el país obtuvieron resultados menos favorables en la resolución de problemas sociales. Aunque de forma complementaria, más del 90% estuvo de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación de que disfruta aprendiendo cosas nuevas.
Los resultados globales y nacionales de esta evaluación son importantes porque abren una mirada que va más allá de las disciplinas académicas tradicionales. Se trata de entender de qué manera los países preparan a sus estudiantes para un mundo cambiante que requiere la capacidad de innovar para resolver problemas complejos. Para México, las actitudes positivas de los estudiantes respecto a su proceso de aprendizaje pueden ser aprovechadas como punto de partida para impulsar procesos de mejora en áreas académicas tradicionales en las que actualmente existe un importante rezago.
POR GUSTAVO ROJAS
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO
@GURAROJAS
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