El maíz es el cultivo de mayor importancia alimentaria, social, cultural y política de México. Nuestro país es centro de origen, domesticación y diversificación de este grano, y es, quizá, donde se encuentra la mayor biodiversidad a nivel global. Es tal la importancia que no se puede hablar de México sin mencionar al maíz, y viceversa.
Los maíces nativos son aquellos que se han conservado por la práctica de selección de semillas que realizan los agricultores año con año, y tienen un gran potencial para brindar información útil que contribuye a enfrentar el cambio climático, por ejemplo.
Esta diversidad de maíces de México es resultado de tres influencias: su domesticación, su cultivo y la diversidad de prácticas agrícolas y de usos de más de 80 pueblos originarios.
De ahí la importancia de que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural haya iniciado en 13 entidades la entrega de activos productivos a agricultores que custodian maíces nativos, ya que es prioritaria la preservación y custodia de las 64 razas con las que se cuenta y apoyar a los productores.
Mediante el proyecto: “Desarrollo de territorios rurales con productores que custodian maíces nativos en México”, se han realizado acciones de innovación y desarrollo de capacidades que implican el establecimiento de bancos de germoplasma, intercambio de semillas, asistencia técnica y transferencia de tecnología.
A la par, se realizan reuniones donde los productores identifican sus necesidades y se generan proyectos de inversión que impulsan una comercialización equitativa, sustentada en los excedentes de producción y el otorgamiento de valor agregado.
De esta forma, se impulsa también el aspecto económico, para que los agricultores vendan más y a mejores precios, en beneficio del ingreso familiar, lo que representa un incentivo importante que abona, a su vez, a la seguridad alimentaria del país.
Otro dato interesante es que los productores que participan en este proyecto fueron focalizados mediante el análisis de información e imágenes satelitales.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, expuso que, ante los desafíos globales y los efectos del cambio climático, los trabajos de conservación y aprovechamiento de la biodiversidad en los maíces nativos cobran mayor importancia, ya que son depositarios de la calidad genética de este grano para México y el mundo.
En su opinión, estas razas deben ser revaloradas para garantizar su conservación y perpetuidad, con una estrategia de diferenciación en su precio comercial, que permita que las nuevas generaciones de agricultores continúen el cultivo, ya que no puede valer lo mismo una tortilla de maíz azul, que una hecha con maíz híbrido.
Es tarea también de nosotros como consumidores reconocer el trabajo, el valor y la carga cultural de estos granos, para pagar un precio justo por ellos. Porque sin maíz (nativo) no hay país.
POR MARIANA OTERO BRIZ
COLABORADORA
@BRIZCOCHO
PAL