La reciente jugada de Morena y sus aliados, para asegurar de manera fraudulenta una mayoría calificada en la Cámara de Diputados y acercarse peligrosamente a lo mismo en el Senado, representa una amenaza latente para nuestra democracia. El poder absoluto en manos de una sola fuerza es un peligro para la libertad y la justicia.
La unidad al interior de los partidos políticos es más crucial que nunca. En el Partido Revolucionario Institucional, entendemos que cada opinión es valiosa y que juntas y juntos podemos lograr grandes cosas. La fragmentación solo fortalece a aquellos que buscan concentrar el poder. Es necesario que sin importar nuestras diferencias, trabajemos con un mismo objetivo. Solo a través de la colaboración y la solidaridad podemos hacer frente a la amenaza de un gobierno autoritario.
La posibilidad de una reforma del Poder Judicial y el desmantelamiento de los órganos constitucionales autónomos debilita los contrapesos fundamentales de cualquier democracia sana. La elección del 2 de junio no fue justa ni equitativa; se utilizaron recursos y poder para influir en los resultados, comprometiendo la integridad del proceso electoral.
La historia nos ha enseñado que, en tiempos de adversidad, la unidad es la clave para superar los desafíos. México necesita de todas y todos aquellos que verdaderamente amamos este país y estamos dispuestos a luchar por nuestro futuro, nuestras libertades y nuestra democracia. No es momento de rendirse ni de perder la esperanza.
Las voces disidentes incomodamos a Morena, pero no podemos dejar que nos silencien. Somos la resistencia y con nuestra convicción democrática y apego a la ley, vamos a defender y denunciar cada irregularidad y cada abuso de poder. No podemos permitir que el ánimo decaiga. México nos necesita más que nunca, necesita a quienes creemos en la justicia, en la libertad y en un futuro mejor.
Los partidos políticos tenemos la responsabilidad de unirnos en defensa de nuestra nación. Es hora de demostrar de qué estamos hechos, de luchar con valentía y con la firme convicción de que un México mejor es posible. Debemos recordar que nuestra misión es proteger y servir al pueblo de México, no a intereses particulares.
Hoy enfrentamos un reto monumental, pero también una oportunidad única para mostrar nuestra fortaleza y determinación. La historia nos juzgará por nuestras acciones y por nuestra capacidad de poner a México por encima de todo.
México no se rinde. Seguimos adelante con la frente en alto, con la firme convicción de que, unidos, podemos y debemos rescatar a nuestro país. Porque un México justo, libre y democrático no solo es posible, sino que es nuestro deber alcanzarlo.
Por Tania Larios
Secretaria General del PRI CDMX y Diputada en la II Legislatura del Congreso de la Ciudad de México
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