Culminó, pese a su juventud, una era para el representativo Sub-23 de México. Terminó su participación en prácticamente todos los torneos que iban a disputar previo a que se les acabara el recorrido antes de luchar por un lugar en la mayor, que dicho sea de paso, está sufriendo un cambio generacional sin un sólo proyecto de fondo.
Lo reclamábamos quienes nos dedicamos a este medio e, incluso, yo lo aplaudo; el tema es que se tardaron dos años, tras el revés que supuso no haber pasado de fase de grupos en Qatar. Ya venía avisando la escuadra azteca que la cosa se caía a pedazos en el 2018, en que milagrosamente se colaron a octavos, aunque hayan logrado el triunfo más importante en los Mundiales contra Alemania.
El detalle es que luego Suecia les goleó de forma despiadada y se estuvo a minutos de firmar dos fracasos seguidos. Ello advertía, sigilosamente, la hecatombe que se avecinaba y nadie quiso hacer un ápice de caso.
De hecho, rememorando más atrás, no podemos olvidar la convulsa forma de calificar al Mundial disputado en Brasil, en donde de no ser por Estados Unidos, se iba a producir el traspié más importante en la etapa contemporánea, en 2014.
En 2015, se tomó la decisión, a pesar de lo vivido uno antes, interrumpir la invitación de los equipos a la Copa Libertadores. Un año después, se produjo la escandalosa goleada en contra de Chile por siete anotaciones en la Copa América Centenario. Tras ese episodio el futbol mexicano dejó de rosarse con escuadras de tal envergadura para pasar a caer en el confort de la Concacaf, aunque insisto, ya se presentaban avisos de que la cosa se tornaba malparida.
No quisieron atender la emergencia y ahora, ya con tragedias encima, lo único que queda es reconstruirse, porque sabiendo que tenemos un Mundial en casa a la vuelta de la esquina, parece que el tiempo no alcanzará para salvarse de un ridículo histórico en nuestro propio patio, como le sucediera a Sudáfrica o Qatar en sus oportunidades como anfitriones.
La generación Sub-23 de México se tendrá que conformar por luchar por el quinto lugar en el torneo Esperanzas de Toulon, hoy Maurice Revello, que aunque teniendo un carácter de amistoso, era la única vitrina que les quedaba, tras no calificar a los Juegos Olímpicos y a los Mundiales de la especialidad.
Este grupo no se seguirá conociendo más a nivel internacional, ni por supuesto, asociativo como equipo. Muchos de estos jóvenes quedarán en el olvido digno de una liga que no les provee oportunidades de mostrarse.
Ante una transformación que pretende hacer Jaime Lozano, quizá algunos sí podrán estar en el representativo grande, aunque por la poca cantidad de mexicanos que juegan en la liga, no todos tendrán calidad y serán convocados, porque no hay de otra, como ha sucedido con prácticamente toda la banca que estará en la Copa América. Se viene gacha la cosa.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
MAAZ