COLUMNA INVITADA

Tratamientos de origen natural en el IMSS

En 1990 se identificaron compuestos químicos responsables del efecto biológico, llamado principio activo

OPINIÓN

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Alejandro Zamilpa Álvarez  / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Alejandro Zamilpa Álvarez / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desde su origen, el ser humano ha aprovechado los medios de su entorno con fines curativos. 

El descubrimiento y desarrollo de un alto porcentaje del arsenal terapéutico actual, que incluye medicamentos como: aspirina, taxol, vincristina, metformina, atropina, cloroquinina, artemisinina y el etopósido, entre otros, tiene como fuente principal a las especies vegetales. 

Una de las líneas de investigación en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es sobre plantas medicinales.

En 1986 se fundó en el IMSS, el Centro de Investigación Biomédica del Sur (CIBIS), que ha enfocado sus esfuerzos académicos, científicos y tecnológicos para estudiar las plantas medicinales y desarrollar medicamentos en el manejo de enfermedades frecuentes.

La primera generación de especialistas clasificó una gran cantidad de especies vegetales que diariamente emplean los curanderos, médicos tradicionales y parteras. 

Se seleccionaron algunas especies para ser estudiadas y determinar su composición y mecanismos de acción. 

En la década de 1990 se identificaron compuestos químicos responsables del efecto biológico, llamado “principio activo”. 

Este modelo de investigación multidisciplinario permitió diseñar medicamentos estandarizados con seguridad y eficacia terapéutica, demostrada mediante ensayos clínicos.

En 38 años del CIBIS, se han estudiado más de 100 especies y generado 30 patentes, entre las que destacan: Psidium guajava, conocida como “guayaba”, cuyas partes aéreas son la base del medicamento espasmolítico QG-5 que se usa para aliviar síntomas de colitis (dolor de vientre, inflamación, gases, espasmos y distensión abdominal). 

Las partes aéreas de Galphimia glauca conocida como “árnica roja”, son la base de un medicamento para la ansiedad.

Para tratar enfermedades dermatológicas como caspa u onicomicosis, se ha usado Solanum chrysotrichum conocida en los altos de Chiapas como “sosa” y Ageratina pichinchensis, que en náhuatl es “Axihuitl”. También se usa para sanar heridas y pie diabético. 

Otra es la Sphaeralcea angustifolia, conocida como “vara de San José” o “hierba del negro”, cuyo uso es contra la artrosis. 

Las flores y cálices de Hibiscus sabdariffa o “flor de Jamaica” son antihipertensivo y anti obesogénico. El “guarumbo” o Cecropia obtusifolia tiene propiedades antidiabéticas.

Las patentes que protegen este conocimiento están disponibles para adjudicación directa en la página de internet:  http://www.imss.gob.mx/profesionales-salud/investigacion/gestion.

Estamos buscando la asociación con una empresa capaz de continuar el desarrollo tecnológico, producir y poner a disposición de la población, medicamentos basados en investigación científica.

Por Dr. Alejandro Zamilpa Álvarez

Director del Centro de Investigación Biomédica del Sur Coordinación de Investigación en Salud.

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