Fuera de México puede decirse que el triunfo de Claudia Sheinbaum es casi seguro, pero abre interrogantes y posibilidades.
Para The Washington Post, una de las grandes preguntas está en si Sheinbaum podrá salir de la sombra del presidente López Obrador para gobernar un país sacudido por la violencia y con instituciones políticas "en flujo".
Más complicado todavía, la popularidad personal de López Obrador plantea otras interrogantes: "Ha personalizado el cargo altamente institucionalizado del Presidente y ha roto el dominio de partidos establecidos desde hace mucho tiempo", escribió Matthew Kaminsky en politico.com.
En el Post, el analista Carlos Heredia consigna que hoy, el poder en México está centrado en una persona. Y eso, precisó, no es cosa de derechas ni de izquierdas: Emmanuel Macron, que no es miembro de la Internacional Populista, logró una hazaña similar cuando rompió el sistema de partidos de Francia para llegar a la Presidencia francesa antes de los 40 años.
Para Shannon O'Neill, vicepresidenta del Consejo de Asuntos Exteriores de Nueva York y una especialista en temas mexicanos, los cambios de gobierno en EU y México ofrecen una oportunidad para que los dos países vecinos restablezcan su relación, y que "para su propia seguridad y prosperidad", Estados Unidos debería impulsar los vínculos económicos con México.
De acuerdo con el extenso análisis de la especialista, el próximo Presidente de México -quienquiera que sea- no tendrá el margen de maniobra político interno del que disfruta López Obrador, que en su opinión logró usar en su favor la preocupación estadounidense por la migración.
La decisión del gobierno de Joe Biden, "de tratar con sus homólogos mexicanos principalmente en la trastienda y no en público, ayudó a AMLO a descartar las preocupaciones de EU sobre la erosión de las instituciones democráticas, el creciente poder del crimen organizado y el incumplimiento de los compromisos de México en materia de cambio climático".
La sucesora de AMLO, carente de su fuerza política y popularidad, tendrá que navegar por el complicado panorama mexicano sin esas ventajas y, peor aún, con menos recursos.
"A pesar de las medidas de austeridad simbólicas, como recortar su propio salario y el de otros funcionarios públicos y vender el avión presidencial, AMLO ha gastado en elefantes blancos; en programas de patrocinio para personas mayores, estudiantes y agricultores; y rescatar a la empresa energética estatal Pemex, que ha perdido dinero debido al aumento de los costos laborales, entre otras cosas", escribió O'Neill. Esas medidas aumentaron la popularidad del Presidente, "pero paralizarán a la próxima administración, ya que no tendrá recursos para sostener tal generosidad gubernamental".
Según el augurio de O'Neill, "además de las restricciones fiscales, el próximo Presidente también tendrá que operar con una coalición política más frágil", y es probable que no tenga una mayoría tan fuerte en el Congreso ni tanta influencia sobre los miembros del Congreso como AMLO.
POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE
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