Ustedes disculpen, queridos lectores, si el título de esta entrega da para llevar a la mente a otras cosas: por algo este espacio en El Heraldo de México se llama “Pensando en Beisbol” y no “lecciones de Chaf y Queli” o cualquier otra cosa.
Tampoco es una frase de cantina, simplemente vamos a algo lo cual nos ha tenido piense y piense desde aquellos ya lejanos años donde también narrábamos pelota en aquel mítico TVC Deportes, la verdad hicimos buen ruido un rato, a pesar de un bosque lleno de… ardillas.
Y bueno, ustedes imaginarán que no es fácil llevar entretenido (al menos llevadero) un juego de alrededor de cuatro horas de duración para un público ya desde entonces con los celulares o las tabletas en la mano.
¿Por qué referir esto? Pues por la sencilla razón de los recursos que necesitas en la narración para mantener el interés y no dejar decaer el ánimo del telespectador, en un juego con digamos 5+ carreras de diferencia entre dos equipos de Liga Mexicana, por decir un ejemplo.
Mucho del interés es en el envío del lanzamiento, la pichada, el ofrecimiento, esa serpentina con la cual buscas engañar al bateador, sea con una pedrada adentro o una cosa rompiente la cual puede terminar en la tierra, pero engañando al del bat.
Y así, en esos ires y venires de los innings, un momento interesantísimo es cuando el lanzador tiene la cuenta con dos strikes a un bateador quien debe manejar sus emociones, sobre todo la ansiedad…
Pues resulta que la confirmación podría considerarse algo nimio, aunque, la verdad tener algo de razón en este “mar de datos” el cual tiene Grandes Ligas en estos momentos, créanlo por favor: es un momento de paz y quietud para la mente en búsqueda de una información precisa.
Vamos a tratar de ponerlo bieeen clarito: los bateadores con cuenta de dos strikes, son mucho más “perros” (peleadores) en los turnos y las cifras de esos análisis estadísticos avanzadísimos que tienen en el big show nos dan luz interesantísima sobre esos temas…
Para empezar (todo comparando menos de dos strikes Y DOS strikes), la velocidad del bat la bajan con “dos en la cuenta”, el por qué no es ciencia cuántica: la idea obviamente es sacarle más pichadas al serpentinero y cansarlo; recordemos como los turnos de más de cinco disparos al pentágono, se vuelven un dramático duelo de estamina.
Lo más más más increíble: menor velocidad en ese swing de los bateadores… ¡¡¡te da mayor contacto!!! La relación es 33.2%/33.9% con esa correlación <2/2 strikes, evidentemente teniendo mayor porcentaje de swings (26.5%) con “dos en la frente”.
Los swings competitivos son más altos en cantidad, pues el 1º y 2º strikes evidentemente son digamos “indicadores diferenciados” y eso nos lleva a que es más presente poner la pelota “en juego” (haciendo contacto pues) con esos dos strikes en la cuenta, a razón de <2 con 20,356 en la muestra amplia, con 11,997 contactos para juego ahí en el drama del extremo en la cuenta.
Por eso y más el beisbol nos tiene pegados a la pantalla, no se diga si hay… “cuenta llena, tres bolas, dos strikes, casa llena, estamos en vivo en la séptima entrada de este vibrante juego de pelota”… ya saben, acá recordando.
POR ALEJANDRO AGUERREBERE
COLABORADOR
EEZ