HIEL Y MIEL

Donde quepamos todos

Una democracia es contraste de puntos de vista, de propuestas, de formas de ver nuestra realidad, es negociación y búsqueda de consensos

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de México
Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

Desde mi modesto punto de vista y el de muchos politólogos, las democracias no pueden serlo si no respetan y por lo tanto incluyen a las minorías. Estas son parte sustancial de esta forma de gobierno en donde la ciudadanía escoge periódicamente a sus representantes y todos deberíamos sentirnos representados.

Por tanto, aquel que piense que en una democracia sólo mandan las mayorías y que su número aplastante es un pasaporte para que hagan solo su santa voluntad, creo que están equivocados o de plano no son personas democráticas. Por lo anterior es que con preocupación recibí, como muchos otros, la propuesta de las candidatas a la presidencia en cuanto a que estarían de acuerdo con desaparecer o disminuir a los legisladores plurinominales.

Quizá porque siempre he pertenecido de un modo u otro a las diversas minorías es que comprendo en carne propia el problema. Muchos hemos padecido los obstáculos poderosos que enfrentamos los que apoyamos a la comunidad LGBTQ+, defendemos el derecho al aborto, luchamos a favor de la despenalización de las drogas o nos oponemos a las discriminaciones étnicas, culturales y de género que se dan aún en nuestro territorio.

Estas minorías y muchas otras, tienen derecho a una representación real en las listas de candidatos plurinominales que les garantice su participación en el Congreso y conseguir así hacer oír su voz en el Poder Legislativo de nuestra nación.

Una democracia es contraste de puntos de vista, de propuestas, de formas de ver nuestra realidad, es negociación y búsqueda de consensos y jamás la preponderancia de un solo partido que quiera imponer un pensamiento único a sus gobernados. Muchos años nos costó salir de un partido hegemónico y construir un sistema democrático (perfectible, desde luego) para volver a caer en esto.

No he hablado de las minorías políticas a las que muchos pertenecemos. Nunca he pertenecido a un partido político y no concuerdo plenamente con ninguno de los existentes, por ello creo que una ciudadanía participativa, pero independiente debería tener la posibilidad de expresarse dentro de los congresos de México.

En el próximo proceso electoral del 2 de junio elegiremos 500 diputados, 300 de mayoría relativa, uno por cada distrito electoral, y 200 de representación proporcional: los famosos plurinominales, elegidos por listas que presenta cada partido en las cinco circunscripciones en que se divide la nación.

Dependiendo de los votos que obtenga cada partido será el número de plurinominales que se integren al Congreso. ¿El objetivo de esto? garantizar la participación de las minorías en el órgano legislativo. En el Senado habrá 32 legisladores electos de manera similar.

Como diría el filósofo español de principios del siglo XX José Ortega y Gasset: “El imperio de las masas, no debe producir la ausencia de los mejores”. En México yo aspiro a que quepamos todos. Así sea.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

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