COLUMNA INVITADA

Mi marea no se toca

Las razones del apoyo ciudadano mayoritario no siempre son accesibles a la emoción polarizada

OPINIÓN

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Salvador Guerrero Chiprés/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México
Salvador Guerrero Chiprés/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

A mi marea rosa no se le toca ni con el pétalo de… ¿un clavel?

Evitémoslo. La cantidad de furia ficticia desplegada en la más reciente producción de Mad Max podría comparativamente ser nada respecto de la frustración de quienes muy probablemente perderán la elección del 2024 mientras insisten en descalificar a las encuestas —“no votan”— aun cuando nueve de ellas señalan muy claramente la intención muy probable del sufragio este 2 de junio.

No puede gobernar —porque no alcanza a realizar las acciones correspondientes, legales y legítimas para ganar el poder— quien no entiende a la victoria política y electoral como una expresión sembrada y cosechada de la voluntad popular, de clases medias y de élites.

La oportunidad de reconstituir una comunidad inevitablemente siempre dividida, pero con grados creativos de equilibrio ante la ineludible polarización en una sociedad desigual, es el premio del tigre de la próxima Presidenta, Claudia Sheinbaum, y de la sucesora de Martí Batres, en la Jefatura de Gobierno, Clara Brugada, si seguimos el promedio de ejercicios demoscópicos. Salvo lo opuesto, claro.

Si la narrativa esgrimida por quien enuncia un argumento hace estallar en invectivas a quien lo escucha, algo está muy mal. Ahora, si todo queda en arrebatar banderitas, algunas mentadas de madre y encolerizamiento dominical contra quienes cuestionen la rosada manifestación, es aceptable. ¿Se aplica lo mismo a quien ose tocar la marea guinda del 29 de mayo?

La marcha de ayer en el Zócalo debe ser bienvenida en el sentido de representar una probabilidad de participación masiva de todas y todos aquellos distantes, adversarios o enemigos viscerales del Obradorismo y del partido político que lo encarna, Morena: tienen representatividad los opuestos a AMLO y lo expresan. Ok. El mismo derecho tienen las y los otros.

Para todas las mentes capaces, incluso ocasionalmente brillantes detrás del armado de cualquier movilización, de izquierda o de derecha, está disponible preguntarse acerca de las razones, tanto del mantenimiento del apoyo de un segmento de la ciudadanía como del rechazo del otro.

¿Por qué el rechazo al PRI, al PAN y al PRD es mayor que el rechazo a Morena, al PT o al Verde? Las razones del apoyo ciudadano mayoritario no siempre son accesibles a la emoción polarizada.

Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos introdujo esta paradoja: para mantenerse tolerante, una sociedad debe ser intolerante con la intolerancia. Si se permite la proliferación sin restricciones de los intolerantes, estos pueden destruir la tolerancia democrática.

Ayer le decía yo a una empresaria durante la inauguración del encuentro de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio —presidido por Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la CANACO, y Francisco Cervantes, líder del CCE— que en un extremo puede haber "un nazi” encubierto como en otro “un comunista”. México va por en medio; seguro. Polarizar la propia mente es lo más peligroso.

POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS

PRESIDENTE DEL CONSEJO CIUDADANO DE LA CDMX

@GUERREROCHIPRES

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