DESDE AFUERA

México-EU: hacia dónde ir...

El gobierno mexicano, tradicionalmente, ha buscado mantener una postura de independencia política respecto a su poderoso vecino, mientras al mismo tiempo participa en una creciente integración económica y social

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

A querer o no, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dejará temas pendientes y agujeros por tapar: de seguridad a política exterior, de comercio a salud pública y finanzas, de infraestructura a gobernanza.

Uno de los mayores pendientes, porque en cierta forma tiene vínculos con todos, es la política exterior y muy en especial la relación con Estados Unidos.

El gobierno mexicano, tradicionalmente, ha buscado mantener una postura de independencia política respecto a su poderoso vecino, mientras al mismo tiempo participa en una creciente integración económica y social.

De hecho, 97 por ciento de los estimados 12.1 millones de mexicanos expatriados radica en Estados Unidos y el comercio bilateral rebasa los 600 mil millones de dólares anuales.

De acuerdo con el embajador retirado Earl Anthony Wayne, "México afecta la vida cotidiana de más estadounidenses que cualquier otro país del mundo", como mayor socio comercial y de coproducción, la principal  vía de llegada de la migrantes irregulares y la mayor fuente individual de migrantes; es la principal ruta de llegada a EU de fentanilo y otras drogas, así como punto de vínculos familiares y culturales para más de 35 millones de ciudadanos estadounidenses. Y ciertamente es una relación que por lo normal está llena de baches.

En alguna medida, sin embargo, ahora parece más complicada. Por un lado, está el deseo estadounidense de asegurar su entorno geopolítico y su base económica: mantener la cercanía y la colaboración de sus vecinos y socios en el acuerdo comercial norteamericano es primordial.

Para el gobierno mexicano es un acto de balance difícil. Formalmente, mantiene algo así como 80 Embajadas, 67 Consulados, siete Misiones Permanentes ante Organismos Internacionales en el mundo y tres Oficinas de Enlace. Pero más de la mitad de su personal diplomático y consular está adscrito a la embajada en Washington y los 50 consulados en territorio estadounidense.

De cualquier manera, en Washington se cree que ahora la prioridad estaría en reconstruir puentes con los Estados Unidos. La relación ejecutivo-ejecutivo está bien, al menos por ahora, sobre la base de necesidades políticas mutuas. Pero quedan pendientes con gobiernos estatales, congreso federal y burocracia. De hecho, es cuestionable creer que el gobierno de AMLO tenga aliados otros que el presidente Joe Biden y el embajador Ken Salazar en el cuerpo político estadounidense.

Algunos en Estados Unidos consideran que el gobierno mexicano ha logrado tomar una posición de fuerza frente al estadounidense, en concreto el del presidente Joe Biden, gracias a su presunta capacidad de regular los flujos migratorios y la circunstancia electoral.

El punto es en todo caso hacia dónde irá el próximo gobierno mexicano.

En un mundo que parece demandar más definiciones, las opciones del próximo gobierno mexicano están en aprovechar a fondo sus vínculos con Estados Unidos o tratar de mantenerlos "a raya". 

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                   

@CARRENOJOSE

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